Estamos a punto de ganar las elecciones, pero aún queda un gran reto: que Pedro Sánchez consiga formar gobierno. Muy pronto lo veremos.

También estábamos inquietos por las propuestas racistas lanzadas por Santiago Abascal cuando, de pronto, llega desde Francia la decisión de implantar una nueva política de migración, puesta en marcha por el Presidente de la República, Emmanuel Macron.

Una restrictiva normativa que pretende competir con la estrategia contra los que vienen de fuera, que defiende a capa y espada la líder ultraderechista, Marine Le Pen.

La actuación de Macron es similar a lo que aquí y ahora despliegan PP y Ciudadanos cuando salen en apoyo de Vox. El pasado jueves, ambos partidos respaldaron con su voto en la Asamblea de Madrid una propuesta de la ultraderecha para la ilegalización inmediata de los partidos independentistas que atentan contra la unidad de la nación española.

La prueba de que el partido de Pablo Casado y el de Albert Rivera votaron únicamente para no perder terreno en favor de la extrema derecha, fueron las intervenciones de sus propios portavoces para justificar lo injustificable. Dieron un sí a la iniciativa que había presentado la portavoz de Vox, Rocío Monasterio, para intentar deslumbrar a los indecisos que el domingo 10 de noviembre puedan dudar a la hora de seleccionar su papeleta de voto.

¡Todo sea por la unidad de la nación española!

 Enric Sopena es Presidente ad Meritum y fundador de ElPlural.com