Cuando hay mujeres que llevan años luchando por el sueño de ser científicas y no lo consiguen, se te rompe el alma cuando ves cómo se derrumban al ver que después de todo ese trabajo y esa lucha su carrera científica desaparece. Porque si a los científicos se les expulsó durante años de nuestro país y se les impidió la vuelta a casa, las científicas tuvieron penalización doble, por científicas y por mujeres.

Durante demasiados años las políticas de recortes del gobierno del Partido Popular les arrebataron sus sueños, pero como sociedad tenemos una deuda con ellas no tan solo para visibilizarlas, sino para reconocerles todo ese trabajo, trabajo que a lo largo de la historia nos ha hecho avanzar como sociedad. Sin ellas, sin la igualdad real y efectiva en el ámbito científico, de la innovación y universitario, tenemos sociedades menos democráticas. Porque sin igualdad no hay democracia. Pero, además, tenemos sociedades menos inteligentes y con menos talento, ya que con las políticas conservadoras las hemos expulsado literalmente de la carrera científica y hemos perdido una parte importantísima del poder investigador de nuestro país.

Pero ya hemos dicho basta, no queremos que las mujeres científicas e innovadoras pierdan sus sueños, tenemos que ser capaces de retenerlas, de mostrar su talento, porque como país necesitamos más mujeres investigando e innovando.

Estamos cansadas de oír hablar del efecto tijera, que no es más que el hecho de que tenemos más científicas noveles que hombres, pero que el porcentaje de hombres en puestos de dirección y gestión es mayor.

Estamos cansadas de que los avances tecnológicos no tengan la huella de las mujeres, que provoca que cualquier avance tecnológico y científico sea menos completo y peor para la sociedad, ya que sin en ellas no estamos todos y todas reflejados.

Estamos cansadas de la perdida de potencial económico y social que conlleva para nuestro país el no contar con ellas. Por ello hemos aprobado la Ley de la Ciencia, la de Universidades y todas y cada una de las medidas en las que, desde una mirada progresista y de justicia social, estamos trabajando en el Congreso con visión de género.

A las que tienen hambre de saber, se las tiene que dejar aprender, a las que quieren innovar, se les tiene que facilitar esa posibilidad, y a las que ya son referentes, se las tiene que visibilizar para que las jóvenes y niñas que están creciendo sepan que pueden, para que sean todo aquello que ellas quieran ser. Ellas transforman este país, ellas innovan, ellas investigan, y ahora nosotros y nosotras se los vamos a reconocer y a potenciar.