España arde, y el Partido Popular responde con lo único que parece sabe hacer: mentir. Este verano, más de 115.000 hectáreas han sido devoradas por el fuego en comunidades como Castilla y León, Galicia, Madrid y Andalucía -todas gobernadas por el PP-, y aún así, Feijóo pretende culpar al Gobierno de España. No solo es falso, es un insulto a la inteligencia de los españoles.

La realidad es clara y conocida por todos: la prevención y extinción de incendios son competencias exclusivas de las comunidades autónomas. Y cada vez que el PP gobierna, el patrón se repite: recortes en prevención, privatización de servicios, precariedad laboral para los bomberos forestales y abandono institucional. Feijóo no solo intenta ocultar esta dejadez, sino que, además, la convierte en arma política para desinformar y manipular a la ciudadanía.

La respuesta del PP ante esta tragedia ha sido, una vez más, el postureo y la manipulación. Mazón lo hizo durante la Dana, desaparecido mientras miles de valencianos estaban con el agua al cuello. Y ahora Feijóo repite la fórmula con los incendios: señalar a Moncloa y escurrir el bulto.

Cuando recortas en prevención, precarizas a los trabajadores forestales y permites urbanizar zonas quemadas, el resultado es previsible: tragedia. Pero en lugar de asumir responsabilidades, el PP miente. Feijóo sabe perfectamente que los incendios no los gestiona el Gobierno de España, pero prefiere engañar a los ciudadanos antes que criticar la dejadez de sus propios presidentes autonómicos, que pagan sueldos miserables a los bomberos forestales y no invierten lo necesario.

La primera gran mentira es el negacionismo climático. Feijóo, Ayuso, Mañueco, Rueda o Moreno Bonilla han asumido el discurso de Vox, burlándose de la ciencia y negando la evidencia del cambio climático. Mientras tanto, exigen a bomberos forestales -con sueldos congelados desde hace años y apenas 1.300 euros mensuales- que arriesguen su vida cada verano.

La segunda gran mentira es culpar a Pedro Sánchez. Cuando las llamas se extienden, el PP no busca soluciones: busca culpables. La ministra de Defensa, Margarita Robles lo dijo con claridad: “A Feijóo le falta rigor y le sobra improvisación”.

A esta manipulación política se suma la desvergüenza institucional: Mañueco en Cádiz mientras Castilla y León ardía. Ayuso, en Miami mientras se quemaban 1.500 hectáreas en Tres Cantos; volvió cuando todo estaba extinguido. Moreno Bonilla directamente desaparecido mientras en Tarifa, Zahara o Huelva el monte se convertía en cenizas. ¿Y al volver? Ayuso se mostró “sorprendida” por la huelga de bomberos en Madrid. Normal: jamás ha tenido que jugarse la vida por un sueldo precario.

Conviene recordarlo: las comunidades autónomas son las responsables de limpieza de cortafuegos, desbroces, mantenimiento de pistas forestales, contratación de brigadas y vigilancia. El Gobierno central solo interviene con la UME o medios aéreos, cuando se le solicita. Así se establece en la Constitución (artículo 148), la Ley de Montes y el Real Decreto-Ley 15/2022. ¿O Feijóo tampoco conoce esto?

Por tanto, si en tu comunidad faltan brigadas, los caminos están intransitables y no hay vigilancia suficiente, no te engañes: la responsabilidad es de Ayuso, Mañueco, Rueda o Moreno Bonilla, no del Gobierno de España.

Lo que sí sabe hacer bien el PP es disfrazarse para la foto. Ayuso apareció en pantalón corto, muy práctico para visitar un incendio; Fáundez -presidente de la Diputación de Zamora- se puso un uniforme de falso bombero; y Mañueco y Feijóo organizaron una rueda de prensa a 17 kilómetros del fuego, con un bulldozer decorativo incluido. ¿Resultado? Abucheos de los vecinos hartos de tantos engaños.

Mientras tanto, el Gobierno de España ha estado a la altura. Pedro Sánchez visitó las zonas afectadas en Ourense y León y propuso un gran pacto de Estado para “responder mejor a la emergencia climática”. La pregunta es: ¿El PP estará a la altura o seguirá abrazado al negacionismo de Vox?

Los datos son contundentes: El Gobierno ha aumentado en un 30% los recursos de prevención y en un 40% los de extinción. La UME ha incrementado sus medios en un 50% y su equipamiento un 250%. La UME, que creó Zapatero en 2005 y que el PP tachó de “capricho faraónico”- ha intervenido este verano en 27 incendios con más de 1.400 efectivos desplegados, además de 2.000 en labores de logística y 450 medios operativos.

Se han reforzado las unidades con 500 militares más del Ejército de Tierra, que se han desplegado en Galicia, Castilla y León y Extremadura, junto a unidades de la Infantería de Marina y pilotos del Ejército del Aire.

El Ministerio de Transición Ecológica ha movilizado 56 medios aéreos, 11 Brigadas BRIF (600 efectivos) 4 Equipos EPRIF y 7 unidades UMAP. Interior ha desplegado más de 5.000 guardias civiles y 375 policías nacionales. Hay 27 detenidos y 92 investigados por incendios provocados, según el Ministerio.

Y aún así, Feijóo pedía la intervención del ejército… cuando ya estaba actuando desde el primer momento. ¿Ignorancia o manipulación? Lo mismo ocurre con su afirmación sobre recortes de aeronaves: dijo que había 42, pero hay 56. Mienten. Y mienten otra vez cuando afirman que el Gobierno ha recortado presupuestos para incendios: se han incrementado más de un 30%.

Mientras el Gobierno central refuerza medios, las comunidades del PP sigue recortando: En Castilla y León, el presupuesto de prevención de incendios se ha reducido un 90% en 13 años. En Andalucía, Moreno Bonilla ha dejado de invertir 383 millones en dos años. En Madrid, Ayuso apenas destina 51 millones a incendios, mientras mantiene sueldos indignos a los bomberos forestales. En Galicia, más de 11.000 hectáreas calcinadas tras años de recortes. En Extremadura, la presidenta Guardiola asigna 82.000 euros a incendios y 488.000 a tauromaquia. ¡Una auténtica vergüenza!

El PP insulta la inteligencia de los españoles cuando miente y elude responsabilidades. Las comunidades autónomas tienen las competencias, pero han recortado, privatizado y precarizado. Y ahora, cuando la situación se desborda, pretenden culpar al Gobierno central.

La factura de los incendios es enorme: 20.000 euros por hectárea solo en extinción, sin contar los millones en recuperación ambiental y social. Pero la factura política también será alta. Porque los españoles no son tontos. Saben quién recorta, quién abandona a los bomberos forestales y quién miente. Y la verdad es simple: si hoy España arde, es porque el PP recortó ayer.

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