Ha coincidido en el tiempo la publicación de dos documentos muy interesantes sobre temas sanitarios. Por un lado, “Informe sobre la Sanidad Pública Andaluza” firmado por varios sindicatos y Marea Blanca, donde sitúa a Andalucía en la cola nacional de casi todos los ámbitos analizados: esperanza de vida, financiación, gasto sanitario y dotación de recursos humanos, así como listas de espera y tiempos de demora en Atención Primaria. El segundo documento se titula: “Dictamen del Comité Europeo de las Regiones — Personal sanitario: retos y soluciones a escala regional”. Ambos son fácilmente localizables en la Red.
¿Y por qué hablamos conjuntamente de ambos documentos, aparentemente distantes? Porque el presidente andaluz, Moreno Bonilla, es, como se anunció a bombo y platillo esta primavera, copresidente del Comité de las Regiones. Desde Europa se muestra la grave preocupación por los “desiertos sanitarios” con amplias zonas geográficas sin cobertura suficiente. Además, el informe incide en la escasez de personal sanitario en toda la UE, enfatizando la necesidad de inversión pública, condiciones laborales dignas, prevención, formación y el uso de la tecnología para fortalecer la resiliencia de los sistemas a nivel regional y combatir la fuga de cerebros.
Desde luego en Europa dan en el blanco con los problemas de nuestra Comunidad. En el citado informe regional se incide en el "déficit de profesionales" como preocupación fundamental. Andalucía se sitúa sistemáticamente a la cola de las autonomías en la dotación de recursos humanos, con la tasa más baja de España: 3.1 por cada 1000 habitantes, frente a la media nacional de 3.74. En Atención Primaria, la tasa andaluza es de 0.99, por debajo de la tasa estatal de 1.03. En Atención Hospitalaria, Andalucía tiene la tasa de médicos más baja, con 1.73 por cada 1000 habitantes, muy lejos de la tasa nacional de 2.22. En cuanto a Enfermería también tiene la tasa más baja de toda España: 4 por cada 1000 habitantes, mientras que la media del Sistema Nacional de Salud es de 4.7. Se concluye que, para igualar la tasa estatal de profesionales, Andalucía necesitaría un total de casi 18.000 profesionales adicionales.
Se añade que las severas carencias de profesionales y las retribuciones más bajas que en otras comunidades autónomas explican su marcha a otras latitudes. Esta escasez aumenta su inseguridad y la saturación de las consultas, lo que nos lleva a cifras elevadas de morbilidad, mortalidad y menor esperanza de vida en comparación con otras comunidades. La escasez de profesionales en Atención Primaria y la saturación de los centros de salud han llevado a la pérdida de actividades preventivas y de promoción de la salud, lo que puede explicar la alta prevalencia de ciertas patologías crónicas, siempre según el citado informe andaluz.
El Comité Europeo de las Regiones subraya que los sistemas sanitarios no pueden ser resilientes sin los trabajadores adecuados, por lo que se pide un incremento de la inversión pública en el personal sanitario para garantizar salarios justos, condiciones laborales dignas y una dotación sostenible de personal. Añade que no toda la ciudadanía tiene el mismo acceso a la asistencia sanitaria, dependiendo del lugar de residencia. Las regiones con acceso más restringido a personal cualificado se califican como "desiertos médicos". Por todo ello, en el informe europeo se considera fundamental retener a los profesionales mediante modelos de carrera que recompensen la experiencia, buenas condiciones de trabajo y el equilibrio entre vida profesional y personal. Una buena gestión es clave para la satisfacción laboral y la retención, concluye.
Señor Moreno Bonilla, tenga la bondad de suscribir públicamente en Andalucía el informe que usted avala como líder europeo, no vaya a ser verdad eso de que su nombramiento tiene lustre para el currículum pero escaso valor real, más allá del propagandístico. Ahora, más que nunca, a todos nos conviene ser más europeos que andaluces, a tenor de los datos.