Horas bajas para el que fue presidente de la Generalitat valenciana por el PP, Francisco Camps. La jueza titular del juzgado de instrucción número 17 de Valencia ha considerado  que hay “indicios suficientes, solidos, razonables y consistentes” para imputarle por presunta prevaricación, malversación, falsedad documental y cohecho y/ o tráfico de influencias en la construcción del circuito de Fórmula 1. Junto a él, se verán en el banquillo los que fueron exvicepresidente, Vicente Rambla, y exconseller, Mario Flores.

Camps siempre ha dicho que existía una conspiración en su contra, desde que en 2009 fue imputado por el juez Baltasar Garzón en la Audiencia nacional por el caso Gürtel, como escribí en ElPlural. Aforado por su cargo, el caso pasó al Tribunal Superior de Justicia de Valencia. Le juzgaron por aceptar trajes gratis total de la trama Gürtel y un jurado le absolvió por cuatro votos a tres junto al ex secretario general del PP del País Valencià Valenciana, Ricardo Costa.

Las cosas le iban menos mal hasta que un grupo de empresarios testificaron haber pagado de forma incorrecta para obtener obras de la administración valenciana. Y aún se pusieron más negras cuando Ricardo Costa, en la Audiencia Nacional, lo ratificó: “Sí, es cierto que el PP se financiaba con dinero negro”, auto inculpándose y señalando con el dedo a otros de sus compañeros del PP, con especial mención a Francisco Camps. “Las decisiones las tomaba Camps”, aseguró.

“Un buen tío Camps,” tituló un libro sobre él, centrado en el caso de los trajes. Para asegurarlo, el periodista se abrazaba a la conspiración que sorprendentemente le sigue persiguiendo diez años después. La jueza que le ha imputado ahora no parece compartir ese criterio cuando indica en el auto que Camps impulsó y permitió la construcción del circuito de Fórmula 1, al margen de sus funciones presidenciales y mediante fondos públicos, alterando datos y fechas en expedientes administrativos, así como favorecer a determinadas empresas.

Además, es ahora inminente que Camps acuda ante la titular del juzgado de instrucción número 5 de su ciudad, que lleva tres años investigando las presuntas irregularidades en las contrataciones para la visita del Papa Benedicto XVI a la ciudad del Turia. Entre los investigados se encuentra asimismo el expresidente de Les Corts, Juan Cotino, y el propio obispo auxiliar de Valencia, monseñor Esteban Escudero. Un colorido reparto en el próximo acto en que la justicia intenta aclarar las cuentas de la gestión del PP.

Crecen por tanto los problemas para Francisco Camps a quien, más allá de otras consideraciones, la trama Gürtel le ha dejado, eso sí, la prestancia de ser uno de los militantes mejor vestidos del PP. Y eso no hay complot que pueda negarlo.