Escribo estas letras cuando se cumplen diez años de la gran masacre de los trenes en Madrid, 24 horas después de la foto en que por fin las organizaciones “oficiales” de víctimas del terrorismo admiten juntarse con la “pérfida” Pilar Manjón en una misma mesa.

El PP, hoy, ya dice claramente que la masacre fue concebida y perpetrada por asesinos yihadistas; será porque son conscientes de que la conspiranoia y la mentira ya no le sirven a estas alturas… una o dos declaraciones, sin asumir su mala conducta ni pedir perdón por los daños psicológicos añadidos a tantas familias, y a otra cosa, mariposa., como siempre.

Diez años después, descubrimos que determinadas personas cuyo papel ha sido esencial para sembrar la disensión y dividir al colectivo van a ser premiadas con alguna poltrona. Es la prueba evidente de que siempre jugaron a política a costa de la Memoria de las víctimas y por cuenta del partido que manipula y utiliza el terrorismo a su antojo, igual que manipula y prostituye banderas y símbolos, el patriotismo y la palabra España. Veremos a dirigentes que antes bramaban contra el PSOE por cualquier cosa y hoy tapan actos peores integrando listas electorales del Partido Popular, incluso alguna cuyo hermano era socialista en las de UPyD…

Pero ayer había que escenificar unidad y se produjo una foto largamente deseada en la que por fin aparecía Pilar Manjón; ojalá y ello signifique la igualdad de las víctimas, que deje de haber muertos de segunda y víctimas patrióticas… pero no puedo evitar pensar que en esa mesa de la foto faltaba una quinta silla donde debería estar alguien representando al mayor colectivo de familiares de víctimas del terrorismo, inmenso y que sigue invisible para el mismo Estado que colma de atenciones a “sus” víctimas patrióticas.

Hay familias, hijos, esposas, hermanos, a los que el reloj de la vida se les paró en los 70, los 80 ó 90 cuando ante sus ojos sucedieron hechos espantosos. Niños que fueron testigos de atrocidades cometidas por asesinos encapuchados vieron morir junto a sus padres también a su niñez; por mucho que el Estado intenta repararles el daño (y hace mucho por ellos) esas personas ya nunca estarán completas, ni las viudas, ni los hermanos…

Pero todos seguimos cometiendo otra enorme atrocidad, porque esos mismos trances, el mismo dolor que sufrieron las víctimas actuales, otros niños ya lo sufrieron 60 ó 70 años antes con la única diferencia de que los terroristas asesinos no iban encapuchados ni llevaban txapela vasca sino camisas azules, caqui o verde olivo. A aquiellos niños también les asesinaron la niñez; su reloj se paró entonces, pero para ellos nunca hubo una beca ni estancos para sus madres. El mismo Estado que se desvive por estas víctimas nunca concedió indemnizaciones ni medallas a aquellas; y lo que es peor, sigue luchando contra su memoria haciendo desaparecer lo poco que en época de Zapatero se les concedió mientras aumenta los mimos a quienes ahora ya se atreven a proclamar que siempre han estado jugando a Política creando esas diferencias que llevan a la división y a la injusticia.

Faltaba la quinta silla, incluso dos más donde se hubieran sentado las Sras. Verdad, Justicia y Reparación para todos. Todos pasaron por el mismo trance y todos merecen el mismo trato.

Matías Alonso Blasco es coordinador del Grupo para la Recuperación de la Memoria Histórica