Habréis oído estos días, niñas y niños, muchas noticias sobre una cosa que han dado en llamar "pin parental". No se trata, como alguno de vosotros  pudiera pensar, de una insignia de esas que se ponen en las solapas o en las gorras para identificar a los padres, sino de algo mucho más importante y que afecta directamente a vuestro futuro. Es una norma que intentan imponer los partidos de derechas, que permitiría a vuestras madres y padres vetar cualquier materia, charla, taller o actividad que afecte a cuestiones sobre la identidad de género, el feminismo o la diversidad LGTBI.

Es decir, que no sean los profesores y psicólogos que han estudiado durante muchos años estos temas quienes decidan cómo y qué debéis aprender, sino vuestros progenitores, sean estos matriceros, dentistas o jugadores de fútbol. Ahora puede pareceros un tema sin demasiada importancia, pero es esencial en vuestra formación como personas y en las posibilidades que podáis tener de ser y hacer felices a los demás.

Los que ya tenemos cierta edad, no tuvimos la suerte de recibir educación en estos temas. Muchos, con buenas dosis de sentido común, lectura, familias comprensivas y buenas compañías, fuimos aprendiendo a discernir la paja del grano, pero otros no tuvieron tanta suerte y son analfabetos funcionales en estos y otros temas similares.

Como ya sé que a vuestra edad vale más un ejemplo que una disquisición filosófica, os ilustraré con un caso concreto. Hay un locutor radiofónico, que se llama Fedérico Jiménez Losantos (si tenéis suerte con vuestra familia no habréis oído hablar mucho de él) firme defensor de los partidos del "pin". Hace unas semanas, en una entrevista para un diario de uno de sus amigos, decía: "He tenido muchas proposiones sexuales de gays". El pobre, que no ha recibido clases de identidad de género ni de diversidad, comete un error grave identificando como gays a personas que, con toda seguridad, son algo diferente.

Supongo que todos vosotros sabréis que un gay es un hombre al que atraen sexualmente otros hombres, ya sea por su apariencia física, su intelecto o ambas cosas, que suele ser lo más común. Si buscáis en internet imágenes de Jiménez Losantos y vídeos o audios de las cosas que dice en su programa de radio, comprenderéis que es imposible que un gay se sienta atraído por él. Pero estoy seguro de que Federico no miente, quiero decir en este tema concreto, así que si ha recibido proposiciones sexuales de otros hombres, sólo puede tratarse de algún tipo de desviación sexual que, como aprenderéis en clase si vuestros padres no lo impiden, son formas insanas de relación. No me quiero arriesgar, porque no soy ni profesor ni psicólogo, pero yo apostaría a que quienes le han propuesto sexo son pederastas, zoofílicos o amantes del scat.

El bueno de Federico, ilusionado con la idea de haber conseguido atraer a alguien, podría haber acabado cayendo en las redes de peligrosos depravados que vete tú a saber que hubieran hecho con su indefensa persona. Por eso, y por muchas otras cuestiones, es muy importante que asistáis a clase, a todas, digan lo que digan vuestros parientes.