No sólo Martin Luther King tuvo un sueño. Kennedy nos mostró la mejor cara de una humanidad que siempre quiere ir más allá, o al menos debería. Quizás los días complicados que vivimos nos hagan mirar al corto plazo obligados, pero siempre debe haber mujeres y hombres que eleven el espíritu para empujarnos hacia lo desconocido. A romper las fronteras y las líneas rojas en la seguridad de que lo que hay más allá nos otorgará enormes beneficios en todos los planos del ser humano. Es una obligación que tenemos con todos aquellos que se dejaron la vida en la exploración al límite. Los que murieron en sus barcos mientras abrían nuevas rutas o los fallecidos durante la exploración espacial. Hemos apostado tanto, y tantos han dado su vida, que no seguir por nuestra senda natural como especie sería una traición a su memoria. En definitiva, engañarnos a nosotros mismos y dejar de lado nuestros sueños.
Ion Antolín Llorente es periodista y blogger
En Twitter @ionantolin