Con los gobiernos de Felipe González los socialistas modernizamos España. Fue un cambio con contenidos precisos como representó la construcción del Estado del Bienestar; un cambio con metas definidas como fue nuestro ingreso en la Unión Europea; un cambio con métodos claros como supuso la creación de un Estado de las Autonomías que garantizó la igualdad de oportunidades de los españoles.

El cambio como política también se ha sentido en los gobiernos de Zapatero. Tuvimos claro los cambios que en los contenidos legales debíamos hacer para lograr avanzar en el reconocimiento de la diversidad, y la igualdad entre hombres y mujeres. Un cambio con metas precisas como la transformación de nuestro aparato productivo hacia presupuestos más sostenibles, y no tan dependiente del sector de la construcción residencial. Un cambio que mejoró nuestra democracia interna y externa, la última gracias a la independencia de los medios de comunicación pública, y en la interna con la instauración de la democracia paritaria, entre otras medidas.

Para el 38 Congreso, Rubalcaba propone a los compañeros y compañeras un nuevo cambio con contenidos, metas y métodos. Un cambio que tenga siempre presente el que el PSOE no es un fin en sí mismo, sino un instrumento al servicio de un proyecto político que tenemos que construir entre todos. Un cambio con contenidos definidos porque si somos capaces de articular un proyecto político solvente seremos útiles a los ciudadanos en un momento de mucha dificultad, con una crisis económica que parece agravarse, tal y como nos ha recordado el FMI con su nueva previsión de recesión de la economía española hasta 2014. Previsión, dicho sea de paso, demoledora y que debe revolvernos y hacernos trabajar más para que no se cumpla y España salga antes de la crisis y vuelva a crear empleo. Previsión que da la razón a Rubalcaba cuando denuncia que la asfixia (que no austeridad) presupuestaria condena a las economías europeas a la recesión.

Un cambio con metas claras y con líneas rojas nitidamente fijadas como la defensa del Estado del Bienestar y las políticas de cohesión territorial y social. Un cambio en favor de mas democracia y más participación de sus militantes y la colaboración de aquellos otros que aun no siéndolo, se sienten progresistas. Un cambio que devuelva la capacidad al PSOE de vertebrar España. Si queremos acertar no hagamos del cambio un eslogan, hagamos del cambio una política.

Pedro Sánchez fue diputado socialista en el Congreso la pasada legislatura y es profesor de la Universidad Camilo José Cela en Madrid