Como siempre, ante la publicación de cada encuesta del CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas), desde que éste es presidido por José Félix Tezanos, llega el vendaval de críticas de la oposición. Un vendaval que se convierte en leve brisa cuando alguna predicción les favorece.

PP y Ciudadanos dicen, una y otra vez, que Pedro Sánchez se ha cargado el prestigio del CIS. Vox, de momento, y solo de momento, lo hace con la boca pequeña, porque los datos le sonríen (recordemos que la del CIS fue de las pocas encuestas que, pese a no acertar, vaticinó que el partido de Santiago Abascal lograría representación en Andalucía). Como la memoria es muy corta para lo que conviene, es bueno recordar un dato a modo de ejemplo. La última encuesta del “prestigioso” CIS de tiempos del PP antes de las elecciones generales del 20D, dio a Ciudadanos entre 63 y 66 escaños y a Podemos entre 45 y 49. El resultado de las elecciones dio a Ciudadanos 40 escaños y a Podemos 69. Juzgad vosotros mismos.

Aclarado este punto, hay datos muy significativos en la última encuesta, publicada esta semana. El más llamativo es el desplome sin paliativos del PP. Menos sorprendente es la irrupción de un Vox en alza. Y mientras el PSOE sube ligeramente a costa de Podemos, Ciudadanos logra el soñado sorpasso, quedando como segunda fuerza.

Con “solo” el 6,5% de intención de voto, Vox es el que marca la agenda de la derecha, y PP y Ciudadanos obedecen disciplinadamente

Con “solo” el 6,5% de intención de voto, Vox es el que marca la agenda de la derecha, y PP y Ciudadanos obedecen disciplinadamente. El problema es el de siempre: entre el original y la copia, la gente suele optar por el original. La lucha por el espacio más radical es una batalla perdida para PP y Ciudadanos, pero se empeñan en seguir librándola. Y para ello no dudan, incluso, en caricaturizar su propio discurso. No se puede calificar con otra palabra que no sea caricatura a las declaraciones de Pablo Casado cuando dice, por ejemplo, que Pedro Sánchez llamó “tirano” a Maduro “muy rápido, para evitar problemas con Podemos”.

Ya hemos visto, con datos objetivos, que las encuestas son la foto de un momento determinado, pero hay datos de la realidad que son incontestables. El CIS se hace eco de la subida de Vox y Vox muestra músculo en Toledo, con un mitin en el cual el aforo se vio desbordado. Algunos dirán que un mitin no es significativo, pero hay que recordar que hasta hace unos meses, Santiago Abascal no era capaz de llenar ni medio autobús. Algo está cambiando.

De momento, las izquierdas suman, pero hay que saber que la encuesta fue realizada antes de la crisis de Podemos. Con Vox en ascenso y Podemos en descenso, el panorama no se presenta muy halagüeño. La experiencia en Andalucía tiene que despertar al progresismo de su letargo, porque un eventual enfado abstencionista sería una catástrofe para el país.