Cuando se abre el grifo no hay agua. Es lo que está ocurriendo cada vez en más municipios andaluces. Actualmente, más de cien municipios de Andalucía sufren incidencias en el suministro. Una treintena ya no tienen agua potable y una cifra similar sufren a diario cortes de agua nocturnos. Las provincias andaluzas más afectadas por la situación son Cádiz, Córdoba, Sevilla, Huelva y Málaga. ¿Y ante esta dramática situación qué hace Moreno Bonilla? Nada.

El presidente andaluz del PP prometió en la campaña electoral de 2018 llevar a cabo numerosas e importantes obras hidráulicas en aquellas zonas con déficit hídrico, para favorecer el riego y garantizar el abastecimiento humano, pero a día de hoy y cinco años después, no ha hecho absolutamente nada. Tiene competencias en agua, pero no las asume, solo trata de culpar a otros.

También prometió que esta sería la legislatura del agua, pero la realidad es que las inversiones brillan por su ausencia. De hecho, en cinco años ha gastado mucho más en publicidad, propaganda y autobombo que en obras hidráulicas, un 25% más. ¿Por qué nos toma el pelo Moreno Bonilla a los andaluces?

La situación de los embalses andaluces se agrava semana tras semana, actualmente se encuentran al 22,5% de su capacidad, 5,8 puntos menos que el año pasado por estas fechas, que se encontraban al 28,3%. Y hay situaciones especialmente graves como la del pantano de La Viñuela, el más grande de la provincia de Málaga que tiene una capacidad de algo más de 164 hectómetros cúbicos, pero cuyo nivel actual es del 8,68%. Cabe recordar que Moreno Bonilla prometió hace 5 años una Autopista del Agua para conectar la Costa del Sol con la comarca de la Axarquía, para que nunca faltase agua, cinco años después no ha hecho nada y hoy ya son 15 los municipios axárquicos con restricciones en el abastecimiento.

En casi toda la comunidad autónoma los ayuntamientos sí están adoptando medidas dirigidas al ahorro de agua, como no utilizar el agua potable para regar jardines o baldear las calles. En el caso de los municipios costeros, además de estas medidas se limita o retira el servicio de ducha en las playas o la prohibición del llenado de piscinas. Incluso en Mijas (Málaga) se ha vetado el uso de agua potable en los campos de golf. ¿Y mientras tanto qué hace Moreno Bonilla? Nada.

Moreno Bonilla fue el presidente que blanqueó a la ultraderecha y le abrió la puerta a Vox en España, fue el primero que se sentó a negociar y pactar con ellos.Y como Vox niega la existencia del cambio climático, para no molestarlos, el presidente andaluz del PP sigue mirando para otro lado sin darle prioridad a esta cuestión.

Pero el cambio climático va a más, aunque Moreno Bonilla no quiera verlo. Andalucía es la comunidad autónoma más expuesta a la desertificación junto a Cataluña. Una quinta parte de Andalucía sufre un proceso de alta erosión. Llevamos meses y meses donde no cae una gota de agua de lluvia de Andalucía. Estamos soportando el peor verano en cuanto a temperaturas de los últimos 80 años, que superan los 45ºC, donde apenas refresca durante la noche. Con alertas amarillas, naranjas, incluso rojas por calor buena parte de los días. A lo que se añade que tanto AEMET como Greenpeace ha alertado del incremento de la temperatura del mar Mediterráneo y de sus consecuencias. ¿Y frente a esta preocupante situación qué decisiones está adoptando el presidente andaluz del PP? Ninguna.

Por desgracia, a Moreno Bonilla solo le importa la sequía para confrontar con el Gobierno de la nación. No ha invertido en infraestructuras hídráulicas, no ha ejecutado bien sus competencias y no ha querido buscar soluciones trabajando codo con codo junto al Gobierno de España. En su negligente gestión ha dejado sin ejecutar casi 1.000 millones de euros de los 1.500 millones presupuestados entre 2019 y 2022. Si se hubiesen ejecutado hoy en su totalidad, los efectos de la sequía sobre el abastecimiento serían mucho menores.

Asimismo el gobierno andaluz que ha contado con financiación acumulada del canon del agua, se ha opuesto a regular y establecer ayudas económicas a las entidades locales para actuaciones de emergencia relativas al ciclo integral del agua de uso urbano, y para el auxilio técnico y económico a los ayuntamientos y diputaciones. ¡Qué desastre de gestión!

Además, el presidente andaluz del PP mientras bajaba impuestos por valor de 900 millones a las rentas más altas, reclamaba entre 500 y 1.000 millones al Gobierno de la nación para obras hidráulicas. Y ¿por qué en lugar de bajar impuestos a millonarios no ha destinado todos esos recursos a obras hidráulicas de abastecimiento? Pues porque su prioridad es clara. Para Moreno Bonilla es más importante que los ricos paguen menos que los andaluces tengan asegurado abrir el grifo y tener agua.

Siempre se puede hacer más, pero el Gobierno de Pedro Sánchez este año ha destinado a Andalucía para obras hidráulicas un 40% más de recursos que cuando gobernó el PP; el Gobierno de la nación en mayo destinó inversiones millonarias para actuaciones de ejecución inmediata para asegurar el abastecimiento de agua a la población en nuestra región y además ha aprobado un plan a nivel nacional por valor de 2.190 millones para aliviar, al menos en parte, la situación crítica del campo español, donde Andalucía es una las Comunidades más beneficiadas.

Lo único que hace el presidente andaluz del PP en materia de aguas es hacer anuncios o fotos, anunciando una primera piedra, pero donde nunca se coloca la segunda piedra. De hecho hace meses anunció que iba a abordar la sequía con una cosa que denominó Plan SOS. Al día de hoy este Plan ni está publicado, ni sabemos en qué consiste ni existe. También pide ayuda a Bruselas por la sequía, pero Andalucía dispone de cuantiosos fondos europeos para inversiones en materia de agua, el problema no es la falta de recursos, sino la ineficaz gestión y la falta de ejecución de Moreno Bonilla.

El turismo necesita agua, la agricultura necesita agua, nuestro patrimonio natural necesita agua, los andaluces necesitan agua, y Moreno Bonilla debe asumir su responsabilidad, porque hasta la fecha no lo ha hecho. Andalucía está sin agua y el presidente andaluz del PP sigue de vacaciones.