Pablo Casado ha nombrado a Cayetana Álvarez de Toledo y Peralta-Ramos portavoz del Partido Popular en el Congreso. Se confirma así la deriva del partido hacia ninguna parte, desde que el diputado vasco Alfonso Alonso regresó a Euskadi. Mariano Rajoy Brey nombró a Rafael Hernando, reconocido por su estilo agresivo y faltón, y Casado, en su primera etapa, optó por Dolors Montserrat que, como todo legado, dejó una inolvidable actuación teatral que acaso no entendió ni ella misma.

El líder popular ha nombrado, a su vez, a Javier Maroto portavoz en el Senado. Premia así a sus afines, aunque ambos hayan protagonizado, quizá, los dos fracasos más sonados en las últimas elecciones generales. Mientras la lista que lideró Álvarez de Toledo logró un solo escaño, la de Javier Maroto ni siquiera eso. Esto dejó fuera del Congreso a uno de los hombres de confianza de Casado, pero un vericueto legal le ha permitido entrar en el Senado.

El nombre de Álvarez de Toledo sonaba desde hacía varias semanas como la favorita para ocupar el cargo de portavoz en la Cámara Baja. Ahora, esto se ha confirmado. Hija de un francés y de una argentina, se educó en uno de los colegios más elitistas de la capital rioplatense, el Northlands, al que asistió también, por ejemplo, Máxima Zorreguieta, la actual reina de Holanda. A falta de nobleza en el país sudamericano, su apellido es uno de los de más alta alcurnia.

Se trata de alguien leal a Casado y muy cercana a José María Aznar. De hecho, es directora del Área Internacional de FAES. Aunque todavía no la hemos visto en acción, no es difícil prever que será una portavoz polémica. Ya ha mostrado su estilo en entrevistas y, sobre todo, en debates previos a las elecciones. Arrogante y soberbia, habla siempre mirando por encima del hombro, dejando entrever un supremacismo y una obstinada intolerancia, virtudes no muy recomendables para quien será la cara del Partido Popular en el Congreso.

Pero no es criticada solo por sus adversarios políticos. Dentro del partido hay muchos que no la quieren ver ni en pintura. Siendo militante del PP, en ocasiones votó a Ciudadanos, algo reprobable que muchos de sus compañeros no olvidan.

La debacle de los populares en las elecciones está siendo maquillada por sus acuerdos con Ciudadanos y Vox, que le permiten ostentar el poder en municipios y comunidades autónomas en los que su fracaso fue estrepitoso. Por eso, Casado ha comparecido con su sonrisa forzada intacta, marca de la casa, a reivindicar la renovación de la cúpula del partido, para rodearse de fieles. Y ese terreno es el más propicio para la altanería de Álvarez de Toledo. Nos esperan tiempos difíciles en el Congreso a cuenta de la nueva portavoz.

Enric Sopena es Presidente Ad Meritum y fundador de ElPlural.com

@enricsopena