Estas cartas de preaviso, y el consiguiente vacío de poder y dirección que se está produciendo en RTVE, llegan coincidiendo con la entrada en vigor, el próximo jueves día 12, de los nuevos topes salariales impuestos por el Gobierno, que recordamos son de 105.000 euros de sueldo base para una empresa del tamaño de la Corporación RTVE. Eso, sí, obre estas bases, el Gobierno aprobó que se apliquen dos complementos, uno en función del puesto ocupado, que fijará el Ministerio de Hacienda, y otro en forma de retribución variable, ligada a los objetivos.
También en estos topes salariales, se incluyen, recordamos, indemnizaciones, en caso de despedidos o conclusión de los contratos, de tan sólo 7 días por año trabajado. En el caso de los directivos de los que hablamos, llevan cinco años en sus puestos, por los que las indemnizaciones que les corresponderían tras la entrada en vigor de la ley serían de poco más de un mes de su salario, es decir de 35 días, mientras que si se les aplica la ley ‘antigua’, una vez presentadas sus cartas de dimisión, les corresponderían 225 días, es decir, algo más de siete meses de sueldo.
Esta situación de crisis en el círculo de poder de RTVE llega en un momento también de crisis de audiencia en la televisión pública. El pasado mes de marzo, como adelantamos en ELPLURAL.COM, TVE perdió su liderazgo en la audiencia ante Tele 5. Lo que no sucedía en esta época de mayor consumo televisivo hacía cinco años. Antena 3 está muy cerca también de TVE, y lo previsible es que también le adelante este mes. Lo que pretende el Gobierno, convertir los medios de comunicación públicos en minoritarios, intrascendentes y prescindibles está en el buen camino.