Eva Villaver (Palencia, 1973) ha sido la persona elegida para acercar el espacio y las estrellas al resto de la población española. La Agencia Espacial Española, de reciente creación, la escogió para dirigir la Oficina de Espacio y Sociedad. Entre sus retos se encuentra acabar con los sesgos sociales y de género, permitiendo que las mujeres accedan a puestos de trabajo científico-técnicos mejor pagados. Y es que como dice Eva “existe la discriminación en ciencia”, aunque la mayoría de científicos son reacios a pensar eso, ya que “la ciencia es objetiva y la discriminación por género es subjetiva”.

“En las carreras de ciencias la figura de autoridad es masculina”

Como buena científica, Eva aporta datos a sus argumentos. “En las carreras de ciencias la figura de autoridad es masculina. Los números siguen diciendo, desde hace 20 años, que somos en torno a un 20-25 % de mujeres”, nos cuenta en esta entrevista de la serie 'Mujeres Extraordinarias', un proyecto realizado en colaboración con Renfe con el objetivo de visibilizar el talento femenino. Para ella esto es un problema social “porque si tenemos una brecha de género en las carreras mejor pagadas, vamos a tener una brecha de género social, las mujeres van a tener las profesiones que no están mejor pagadas. Si queremos llegar a la igualdad, tenemos que acceder desde todos los puntos de vista”.

Eva Villaver durante una conferencia en CaixaForum

Siempre se ha dicho que la curiosidad mató al gato. En el caso de nuestra invitada esto no fue así. Su curiosidad e interés por comprender desde muy pequeña cómo funcionaba el universo, hicieron que una joven que fantaseaba con el espacio cada vez que miraba el cielo estrellado pasase a convertirse en una de las astrofísicas e investigadoras más reputadas de nuestro país. Eva asegura que de niña era muy feliz, se siente muy afortunada, una privilegiada, por haber tenido una familia que la quería, cuidaba y hacía reír. Durante esta etapa tuvo un gran compañero de aventuras, su hermano, del que tan solo le separa un año de diferencia. “Era como tener un gemelo, un gemelo travieso”, nos cuenta sobre él. 

Física y Filosofía: hacerse preguntas, buscar respuestas

Eva siempre tuvo interés por la física, por la manera en que esta da respuestas. Lo de estudiar astrofísica llegó más tarde, algo hizo click en su cabeza. Quizás ese algo estaba esperando, pacientemente su momento, desde la primera vez que Eva vio las estrellas una noche en su Palencia natal. Pero, a la hora de escoger carrera, Eva tuvo serias dudas. No tenía claro si estudiar física o filosofía. “Parece que son carreras ortogonales, que no tienen nada que ver la una con la otra, pero en realidad las dos se preguntan acerca de las cosas, las dos están buscando respuestas continuamente, lo que pasa que utilizan métodos diferentes. Una usa la dialéctica y otra el método científico y las matemáticas”, nos cuenta. Finalmente, Eva optó por la astrofísica, aunque siempre ha mantenido el interés por la filosofía

Sobre su carrera, dice que “es preciosa, a medida que vas avanzando vas adquiriendo una comprensión del mundo que no tenías”. Gracias a sus estudios ha podido entender el funcionamiento del mundo y es que “cuando miras con los ojos de la ciencia entiendes mucho, ves muchas capas, atraviesas una realidad y eso es muy bonito. 

La magia del tren

Para Eva Villaver el tren como medio de transporte tiene algo mágico. “Me parece precioso llegar a una estación y que te estén esperando. El día que alguien no te espera es triste”, aunque en su caso, tal y como nos ha confesado, siempre hay alguien esperando en el andén. “Cuando vas llegando a destino y vas reconociendo lugares y vas viendo pasar el tiempo a través de esos lugares que vas recorriendo por la ventana y vuelves a pasar tu, cambiando y creciendo, pero siempre llegas y hay alguien esperándote, eso es lo más bonito de un tren”, añade la astrofísica. 

Entre el Sol y la Luna pasando por la NASA

El trabajo de investigación de Eva Villaver se centra en “una cosa muy sencilla, en intentar entender cómo las estrellas interaccionan con su entorno”, nos explica. Por ejemplo, Eva es la encargada de estudiar cómo afectan a otros planetas los cambios producidos por el crecimiento del Sol.

Eva Villaver se doctoró en el astrofísico de Canarias

La trayectoria profesional de Eva Villaver es impresionante. Tras doctorarse en el astrofísico de Canarias, comenzó como investigadora postdoctoral en el Instituto Científico del Telescopio Espacial Hubble, operado por la NASA a través de AURA. Dos años después, consiguió una plaza en la Agencia Espacial Europea donde trabajó en ciencia y política científica. 9 años en Estados Unidos ya eran suficientes y Eva decidió volver a España. “Solicité una Beca Ramón y Cajal, que es para traer gente que ha estado fuera investigando, lo conseguí y me incorporé a la Universidad Autónoma de Madrid”, nos cuenta. 

En la Universidad ha estado casi diez años compaginando la docencia con la investigación, pero la cabra tira al monte y decidió volver al terreno de la investigación. Esta última etapa profesional le llevó a trabajar en el Centro de Astrobiología del INTA y en el Instituto de Astrofísica de Canarias, para finalmente incorporarse a la Agencia Espacial Española, ostentando la dirección de la Oficina de Espacio y Sociedad. Entre tanto, también ha conseguido sacar tiempo para publicar su libro 'Las mil caras de la Luna', en el que habla de la importancia e influencia que ejerce el satélite en nosotros.

“El espacio es uno de los activos económicos que tenemos como país”

Eva asegura que le quedan muchas cosas por hacer “Sigo teniendo esa curiosidad, me sigue gustando mi trabajo, aunque lo esté apartando un poquito para afrontar este nuevo reto”, nos cuenta en referencia a su nuevo puesto de trabajo. Para ella es fundamental, todo un reto, que en España se conozcan las actividades de espacio “porque es uno de los activos económicos que tenemos como país”. Y es que, argumenta, estamos en un momento clave para conseguir que esto pase. Un reto muy bonito que, en parte, estará liderado por nuestra invitada. 

“Me gusta reconocer la labor de todas esas mujeres anónimas” 

Al hablar de mujeres extraordinarias, Eva no nombra a una persona en concreto, nombra a las mujeres como colectivo. “Me gusta reconocer la labor de todas esas mujeres anónimas que han sostenido a la sociedad y al mundo durante mucho tiempo. Que son economistas porque han hecho malabares para llegar a finales de mes, que son químicas porque hacían potajes de ingredientes imposibles, que son artistas porque hacían reír y llorar a su familia y cambiaban el curso de las cosas”, dice Eva con una sonrisa, que también podemos ver en sus ojos. 

Y es que seguramente la labor de Eva en ciencia no pase desapercibida, quizás no sea una mujer anónima, pero sí que es extraordinaria. Por eso, se reconoce a sí misma como “una persona normal, que ha tenido suerte de disfrutar mucho con lo que le gustaba estudiar y que ha ido teniendo suerte por la vida”, añade. Y es que la vida también es eso, tener una pizca de suerte, algo difícil de admitir en una época en la que algunas personas han adoptado la meritocracia por bandera.