Una nueva investigación sobre los efectos del orden de nacimiento ha descubierto que los últimos hijos nacidos de padres no emprendedores, tienen más probabilidades de iniciar un negocio que los primogénitos.

Espíritu empresarial

Investigadores de la Universidad de Birmingham y la Universidad de Reading observaron los rasgos de más de 17.000 niños nacidos en 1970, que fueron encuestados nuevamente a los 38 años y descubrieron que los niños más pequeños, nacidos en familias que no trabajan por cuenta propia, tienen casi un 50 por ciento más de probabilidades de emprender un negocio . El profesor Francis Greene, de la Universidad de Birmingham, comenta al respecto que los investigadores saben desde hace bastante tiempo que el espíritu empresarial se da en las familias. Lo que no estaba tan claro era qué niño estaba más predispuesto a seguir a sus padres en el emprendimiento. El hallazgo más sorprendente en este estudio, explica, fue que los nacidos los últimos fueran más propensos a correr riesgos.

Sucesión de los negocios familiares

Cuando, los investigadores observaron a los niños de familias cuyos padres ya eran emprendedores, el efecto del orden de nacimiento cambió por completo. Aquí, los últimos nacidos tenían un 18 por ciento menos de probabilidades de seguir a sus padres en el negocio. En cambio, fueron los primeros y los nacidos en la mitad los que tuvieron la mayor propensión a emprender negocios, con sus posibilidades aumentando en un 151 por ciento y 118 por ciento, respectivamente. El Dr. Liang Han, de la Universidad de Reading, agregó que una de las implicaciones de sus hallazgos es que los propietarios de negocios familiares deben pensarse mucho cómo usar el orden de nacimiento a la hora de tomar decisiones sobre la sucesión familiar. Los primeros hijos y los medianos pueden sentirse más cómodos asumiendo un negocio familiar, pero es probablemente sea el último hijo el que tiene los rasgos más adecuados para el negocio. Fuente: Birmingham University
El orden de nacimiento no tiene un efecto significativo en la personalidad o coeficiente de inteligencia
Por otra parte, para quienes creen que el orden de nacimiento influye en rasgos como personalidad e inteligencia, otro estudio publicado en Journal of Research in Personality, reflejó que las diferencias entre los primogénitos y los nacidos más tarde son tan pequeñas que no tienen relevancia práctica para las vidas de las personas.

Orden de nacimiento y personalidad

Brent Roberts, profesor de psicología de la Universidad de Illinois y director del análisis junto con el investigador postdoctoral Rodica Damian, explica que este es el estudio más grande en la historia que observa el orden de nacimiento y la personalidad. El trabajo efectuado entre 377.000 estudiantes de secundaria, demostró que aunque los hijos primogénitos tienen un CI más alto y rasgos de personalidad consistentemente diferentes a los últimos nacidos en la cronología familiar, las diferencias son mínimas.
Los primogénitos solían ser más extrovertidos, agradables y concienzudos, y tenían menos ansiedad que los nacidos más tarde, por ejemplo, pero esas diferencias eran "infinitesimalmente pequeñas", lo que equivale a una correlación de 0.02, dijo Roberts. Es algo imperceptible.

Factores económicos

El estudio controló los posibles factores de confusión, como el estado económico de la familia, el número de hijos y la edad relativa de los hermanos en el momento del análisis, que podrían sesgar los resultados, dijo Damian. Por ejemplo, las familias más adineradas tienden a tener menos hijos que otras familias y, por lo tanto, tienen una mayor proporción de primogénitos que también tienen acceso a más recursos que pueden influir en su coeficiente de inteligencia o personalidad. Muchos estudios previos sobre el orden de nacimiento compararon a los niños con sus hermanos, un modelo "dentro de la familia" que algunos afirman es mejor que comparar a niños de diferentes familias, como lo hizo este nuevo análisis. Un estudio ideal dentro de la familia seguiría a las familias a lo largo del tiempo, recopilando IQ y datos de personalidad de cada niño cuando alcanzara una edad específica, dijeron los investigadores. La conclusión de esta investigación, según Damian, es que el orden de nacimiento no debería influir en su crianza, ya que no está significativamente relacionado con la personalidad o el coeficiente de inteligencia de su hijo. Fuente: University of Illinois at Urbana-Champaign