Solo unas gotas de sangre seca impregnadas en un papel de filtro especial. Así sería la nueva técnica molecular, mucho más sencilla que las convencionales, que podría permitir realizar un diagnóstico rápido del VIH en África. Podría convertirse en una alternativa viable en los países con infraestructuras hospitalarias limitadas y en los que circulan muchas variantes del virus.

La técnica ha sido desarrollada en la República Democrática del Congo y evaluada por un equipo internacional de científicos liderado por investigadores del Centro de Investigación Biomédica en Red de Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP) del Instituto de Salud Carlos III. Los 160 pacientes eran principalmente seropositivos diagnosticados mediante pruebas rápidas (58,75%), mujeres (57,5%) y tratados con antirretrovirales (46,2%).

La infección por VIH se confirmó y cuantificó en 14 niños y en 70 adultos con la nueva técnica, identificando 8 casos (4 adultos y 4 niños) a los que se les había dado un falso diagnóstico de VIH en este país. Los resultados se comunicaron rápidamente a los clínicos congoleños. Así, se redujo la pérdida de seguimiento de los pacientes debido al retraso de los resultados cuando los laboratorios de referencia están lejos del sitio de toma de muestra, como pasa en la mayoría de países con las mayores tasas de infección.