Es posible. De hecho, hay muy pocas cosas que el ser humano se proponga y no lleve a cabo. Lo que sí sucede a veces es que los necesario no ocurre por otros intereses. Pero es perfectamente posible un futuro muy próximo con un 100 de producción y consumo de energía renovable.

El tiempo de la renovable

Y si no pasa, los motivos no serán técnicos o medioambientales. Son las principales conclusiones del informe del Environment America Research & Policy Center norteamericano. En principio, se refieren solo a Estados Unidos, pero no cabe duda de que si ellos pueden, puede cualquiera. Ya no hay motivos para no pasar de la energía fósil a las renovables. El principal es que la energía solar, eólica, de las mareas o cualquier otra fuente limpia es más saludable. Para los humanos y para el planeta. No es una cuestión romántica, como el cambio climático está revelando. Sin entrar en los gastos sanitarios que cada año suponen las enfermedades relacionadas con la polución del aire o del agua.

La economía también

Pero no somos tan ingenuos. Sabemos que, en la mayoría de las ocasiones, los humanos no nos movemos por argumentos que aunque son sólidos dejan de lado un factor importante. El económico. Algo que siempre ha sido esencial, pero que en los últimos 60 años se ha convertido en un dogma. En este sentido, tampoco se justifica el uso de las energías fósiles. La brecha de precio de producción y coste de cada tipo de energía se va agrandando a favor de las renovables. Y todavía quedan más argumentos. El cada vez más elevado coste de las infraestructuras para elaborar y transportar energía fósil, como el oleoducto Dakota Access. O los accidentes que se pueden producir en centrales térmicas, por no hablar de las nucleares. Es difícil pensar en un acontecimiento ni tan siquiera cercano producido en una central eólica, por ejemplo. Es sin duda un objetivo ambicioso. Pero se nos están acabando los argumentos para no llevarlo a cabo. Y sobre todo hay uno a favor: ahora es posible.