En verano es muy habitual que los polluelos quieran echarse a volver antes de tiempo... y se caigan del nido. Así que, es igualmente habitual encontrarse por la calle algún polluelo desorientado. Como Plumas, el gorrión que encontramos en nuestra calle a pleno sol. Gracias a Plumas hemos aprendido cómo cuidar de estos animalitos que aún son muy dependientes y que necesitan mucha paciencia, pero a la vez es muy gratificante y son animales adorables.

Esperar

Si habéis visto un polluelo de las aves típicas de ciudad, lo mejor es esperar y ver si sus padres están cerca. Normalmente, los polluelos se caen por las prisas de echar a volar o por empujones, pero no por ello sus padres los dejan desprotegidos. Si aún están cerca alimentándolo, todo anda correcto. Si pasado un tiempo no se sabe nada de sus padres, llévatelo a casa. P.D: si lo que encuentras es un Vencejo, mejor llevárselo a casa porque son aves incapaces de despegar desde el suelo, necesitan de sitios altos.

Alimentarlo e hidratarlo

No sabemos cuando tiempo lleva el polluelo fuera del nido, así que lo mejor es tratar de alimentarlo e hidrataro para asegurarnos de que pueda ir a mejor. Este es un momento muy delicado porque es probable que haya que forzarlo un poco, pues no están acostumbrados al contacto humano. Como los polluelos que se caen del nido aún suelen ser bastante dependientes, aún conservan las boqueras: los rebordes amarillos que tienen en las comisuras del pico. Si rozas la comida por ahí, se les activará el instinto y comerán. La mejor manera de darles la comida es con una jeringa de farmacia (de unos 10mm) pero también se puede intentar con palillos de montadientes y paciencia. La comida siempre húmeda, es la mejor manera de conseguir que se hidraten. No se puede obligar a que beban agua, aunque está bien dejar un dispensario cerca para que beban solos. En todo caso, la hidratación vendrá de la propia comida: pienso de perro o gato húmedo, pasta especial para cría húmeda, pan húmedo (nunca con leche).

Calcetín de lana por la noche

Los polluelos necesitan una alta temperatura corporal. Durante el día, la consiguen mediante la comida y el movimiento; pero por la noche es muy fácil que durmiendo su temperatura corporal descienda y, entonces, mueran de frío. Lo bueno que tiene la lana es que no da calor, sino que lo conserva, entonces ofrece un refugio cómodo y estable para pasar la noche.

Jaula sí y jaula no

Por razones obvias, hace falta que estos pájaros tengan un jaula: no podemos estar dedicándonos a ellos todo el día. Pero las jaulas deben tener ciertos acondicionamientos. Dependiendo del ave que sea, tendrá sus preferencias, pero se pueden hacer nidos con papeles y cartones, dejar un area de baño con tapas de botes, etc. Pero la jaula no debería ser su espacio habitual, pues corre el riesgo de que se le atrofien las alas. Lo mejor es tenerlo siempre por la casa. Por lo general, no causan muchos destrozos y simplemente saltas de un lado a otro, atreviéndose a volvar unos pocos metros. Cuidar de un polluelo es una experiencia muy tiernas. Pero ¡ojo con el gato!