Durante mucho tiempo, las noticias sobre megaconstrucciones venían de Estados Unidos. Hoy, el relevo lo ha tomado el gigante emergente: China. Cada vez con más frecuencia leemos sobre infraestructuras monstruosas que el país asiático parece producir con facilidad. Y muchas de ellas relacionadas con energía renovables.

Energía para 15.000 hogares

Un nuevo ejemplo es la planta solar construida en el lago Anhui, cerca de la ciudad de Huainan. Ya la ubicación de la planta tiene su historia. El lago Anhui es una enorme extensión de agua creada por la mano humana. La forma más pragmática de rellenar una antigua mina con miles de millones de litros de agua.

Sobre esta superficie se estableció la mayor planta flotante de energía fotovoltaica del planeta. Una planta capaz de generar 40 MW, electricidad suficiente para 15.000 hogares. Es exactamente el doble de la energía que genera la planta flotante que hasta entonces ostentaba el record de generación. Y sí, esta planta también se encuentra en China.

Donde antes había carbón

La nueva central fotovoltaica es, además, una metáfora de la reconversión energética que vive el país asiático. Donde antes había una enorme mina de carbón que solo en la extracción ya contaminaba, no digamos cuando era usado como combustible, ahora se extienden placas solares hasta a donde alcanza la vista. China hace años que entendió que el futuro pasaba por la generación de energías renovables, aunque en el camino se haya convertido en uno de los países más contaminados del planeta. 

Como última derivada, el uso de estos espacios, como este lago artificial también redunda en la mejora de los ecosistemas, dado que no es necesario alterar ningún entorno para la ubicación de este tipo de plantas que requieren de un uso extensivo del espacio para ser realmente útiles y eficientes.