Los negociadores del Consejo europeo y de la Eurocámara han acordado alcanzar en 2030 una reducción del 37,5% en el promedio de emisiones de CO2 en los automóviles nuevos, y un 31% para furgonetas, según ha anunciado el comisario europeo para el Clima y la Energía, Miguel Arias Cañete. Habría una meta volante intermedia en 2025, cuando se exige una reducción del 15 por ciento.

Antes del comienzo de las negociaciones entre las dos instituciones europeas, los eurodiputados habían sido más ambiciosos, abogando por un descenso del 40% para los automóviles, mientras que los Estados miembros defendieron un descenso del 35%. Y es que Alemania, principal fabricante de coches de la UE, y los países del Este exigían recortes más suaves, mientras que la Eurocámara, Francia y los países nórdicos eran más ambiciosos.

Esta decisión puede tener importantes efectos en la industria del automóvil, ya que los fabricantes podrían tener que incrementar la venta de vehículos libres de emisiones, como los automóviles eléctricos, para lograr el objetivo general.