Cómo no, el exceso en la compra de ropa tiene sus consecuencias en el medio ambiente. El residuo textil es el segundo más contaminante del mundo, y supone ya "un grave problema" en todos los vertederos de España y Portugal, por lo que "empieza a ser el residuo urbano que más apremia tratar", según ha afirmado la Asociación Ibérica de Reciclaje Textil (ASIRTEX) en un comunicado. Porque, a ojos de la entidad, no sólo la cantidad es problemática, también su inadecuada gestión, por falta de equipos en la vía pública y la desinformación de la ciudadanía, que hace que más de 800.000 toneladas acabe en vertederos.

ASIRTEX ha recordado que 2025 es la fecha tope fijada por la Comisión Europea para que todos los Estados miembros hayan impuesto un sistema de recogida separada de ropa y calzado usados, y en España, “ya existen numerosas localidades que disponen de equipos en vía pública para su recogida selectiva”, pero no los suficientes. La organización reclama incrementar las campañas de concienciación ciudadana para reducir el consumo de ‘fast fashion’, pero reconoce que no es fácil para un consumidor “bombardeado constantemente con descuentos, ofertas y rebajas” de moda.