No han faltado referencias medioambientales en el discurso que ha ofrecido este lunes el presidente de Gobierno en funciones y candidato a la presidencia, Pedro Sánchez, en el debate de investidura. Algunas de las medidas que ha anunciado que adoptará si la Cámara le da su confianza le vienen exigidas desde la Unión Europea, pero otras, como la advertencia de que "nadie va a parar Madrid Central", han sido más genuinas del gobierno que pretende formar.

Así, Sánchez ha calificado de “irresponsabilidad absoluta” un posible desmantelamiento de Madrid Central, porque detrás del proyecto está, ha explicado, el “derecho de los ciudadanos a respirar aire limpio”. En el mismo sentido, ha llamado a una “lucha sin cuartel” contra la contaminación en el ámbito urbano para que las ciudades de al menos 50.000 habitantes se doten de zonas de bajas emisiones contaminantes.

También ha planteado su compromiso con otros temas ambientales como la fiscalidad verde, la rehabilitación energética, la conservación de la biodiversidad, el turismo sostenible y la futura ley de cambio climático. Y ha subrayado la importancia de un Gobierno que fomente la transición ecológica y que dé relevancia a la energía sostenible, por lo que se ha comprometido a aprobar una Estrategia Estatal de Economía Circular y una Ley de Plásticos de un solo uso.

El candidato socialista ha citado además su compromiso medioambiental citando el plan contra la pobreza energética aprobado en la anterior legislatura con la implantación de los bonos sociales eléctrico y del gas, así como la eliminación del llamado “impuesto al sol”. “Son medidas que tienen como horizonte bajar el precio de la luz”, ha dicho en lo que parece ser un guiño a una de las peticiones que le hace el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, en sus negociaciones por un gobierno de coalición.