Los demócratas están impulsando en el Congreso de los Estados Unidos la idea de un Banco Nacional del Clima, que, según su propuesta, podría aportar miles de millones de dólares a las políticas para eliminar las emisiones de carbono que calientan el planeta en Estados Unidos.

La estrategia de este banco tendría un historial probado, según sus defensores, gracias al éxito de los bancos verdes estatales y locales. “Creo que esta disposición no debería ser nada controvertida, tenemos que invertir en innovación y tecnología”, ha explicado la congresista Debbie Dingell (D-MI) a The Verge. Dingell presentó el proyecto de ley del Banco Climático Nacional en la Cámara en diciembre. El senador Ed Markey (D-NY) propuso un proyecto de ley similar en el Senado en julio. El banco que proponen podría financiar proyectos directamente y canalizar el dinero en efectivo a los bancos verdes regionales existentes.

Esos bancos verdes estatales y municipales han ido surgiendo en todo Estados Unidos en las últimas décadas. No se trata de bancos en los que se deposita dinero. Reúnen capital público, privado y filantrópico para impulsar proyectos de energía limpia que de otra manera no podrían despegar. El concepto se puso por primera vez en marcha por primera vez en 2009, y desde entonces han abierto 14 bancos verdes de todo el país, generando 3.670 millones de dólares en inversiones en energía no contaminante, según un informe anual del Consorcio de Bancos Verdes de los Estados Unidos, una organización de miembros de bancos verdes y grupos de financiación.

La propuesta demócrata se basa en el Acta de Liderazgo Climático y Acción Ambiental para el Futuro de nuestra Nación (CLEAN), que tiene como objetivo reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a cero para el 2050. Tal como está planteado, el Banco Nacional del Clima reuniría la inversión pública y privada necesaria para la transición a una economía que reduzca al mínimo la huella de carbono, y crearía un banco independiente sin fines de lucro con una capitalización de 35.000 millones de dólares en fondos federales, y ese banco podría movilizar hasta 1 billón de dólares en inversiones públicas y privadas durante tres décadas.