Hemos visto tantas películas que creemos que cuando las máquinas se rebelen vendrán por nosotros de forma violenta. Ejércitos de robots asolarán la Tierra matando con rayos láser a los humanos. El retrato a Hollywood le encaja con las exigencias de taquilla. Pero la realidad será muy distinta. Y no distinta en el sentido de que las máquina no gobernarán la tierra. A estas alturas, pocos tenemos dudas. Es más bien que el final de los humanos será diferente. Bien pensado, mucho más acorde con la lógica, la deriva de la civilización y de los tiempos que vivimos.

Las máquinas nos matarán de hambre

El final de la Humanidad será por hambre. Por pura y dura miseria. Las máquinas usurparan todos los puesto de trabajo de ser humano con la anuencia de aquellos que controlan los medios. Cuando los antes empleados fallezcan, los escasos y riquísimos duelos de las fábricas se verán solos. Y finalmente hasta ellos serán sustituidos. Ah, que os parece un paisaje apocalíptico en el sentido econiano del término. Pues ahí van algunos datos. Según un estudio de las universidades de Oxford y Yale, que ha entrevistado a 352 expertos en inteligencia artificial, las máquinas serán capaces de hacer todas las labores humanas en aproximadamente un siglo.

100 años para hacer lo que hacemos

Claro, a estas alturas piensas que la exageración ya ha pasado los límites. Porque crees que las máquinas solo podrán sustituir las labores humanas que implican algún tipo de mecánica. Pero jamás las intelectuales. De nuevo te equivocas. Las máquinas podrán traducir todas las lenguas del globo en 2024. Y mejor que Google Traslate. Podrán escribir tesis doctorales dos años después. Conducir un camión al año siguiente. Trabajar como dependientes en 2031. ¡Y escribir un best seller en 2049! Poco después, en 2043, dejarán sin empleo a los cirujanos. Para entonces deberemos haber encontrado un modelo que conjugue el avance de las máquinas y la inteligencia artificial con el bienestar de los humanos. Por ejemplo, pagar impuestos como propone Bill Gates. Porque si no, las oleadas de desempleados harán que el sistema sea insostenible. Más de lo que es ahora queremos decir.