La adolescencia es una de las etapas más difíciles, sobre todo para los padres que tienen que entender a una persona en plena transformación. Cuántas veces no hemos oído, “No hay quién los aguante, ¡es una etapa muy dura!”

Para ello, Laila Cortés, pedagoga social de CaixaProinfancia, explica cómo entender y atender bien esta etapa.

Lo primero que hay que saber es de dónde procede la palabra para situarlo en un contexto. Adolescencia deriva del verbo en latín adolescere, que significa ‘crecer, desarrollarse’. Así pues, significa ‘persona que está creciendo’.

Para conocer bien a un adolescente es necesario saber que este proceso requiere un cambio, por lo cual, esa persona puede sentir inseguridades a las transformaciones que está viviendo. Además, se encuentra en un proceso entre la infancia y la adultez, pero dicha persona siempre querrá desprenderse de la etapa de la niñez y entrar en el mundo adulto, por lo que se debe tratar como tal. Asimismo, los padres pasan a un segundo nivel y dejan de ser los referentes, ahora sus iguales pasan a ser el centro de su vida.

Estas tres claves ayudarán a superar la etapa de la adolescencia de manera más eficaz. Además, hay que tener claro que el éxito de este proceso es fruto de la labor que hay que desempeñar antes de los 10 años.

Es muy importante empezar a educar a los niños desde su nacimiento y no cuando ya tienen 14 años, porque son más difíciles de manejar. Por ello, el éxito a la hora de superar esta etapa, nace sobre todo del esfuerzo realizado durante la infancia.Tampoco hay que olvidar que los padres tienen que adaptarse y aprender de sus hijos durante su crecimiento.

Cortés nos propone varias pautas que ayudarán a los padres a gestionar este proceso:

  • Hay que establecer conversaciones de adultos, no de niños.

  • Negocia las salidas. Haz que proponga horas, y sino es así, explícaselo y renegocia.

  • Déjale su espacio, no hace falta agobiar. Es mejor conversaciones cortas y de calidad, que largas y sin ganas. 

  • Si tiene algún disgusto, abrázale. No te lo pedirá, pero lo necesita. Recuerda que es una etapa de miedo e incertidumbres.

  • No ridiculices sus comportamientos infantiles, es normal que salgan a la luz en algún momento.

  • Haced planes junto, en casa o en la calle. 

  • Mantente muy firme con relación a guardar el respeto y educación y todo lo que ponga en peligro su vida. 

  • Cuando tenga un mal comportamiento, pregúntale qué le pasa.

  • Recuérdale que tome consciencia de los riesgos. Lo que para un padre es arriesgado, para los adolescentes es trepidante. 

Con todo ello, Laila Cortés sostiene que "La adolescencia es la etapa por excelencia de acompañar, no de mandar”.