Las últimas semanas están siendo muy tempestuosas para Vox. Uno de los mayores referentes de la derecha mediática, el locutor y director de esRadio y Libertad Digital, Federico Jiménez Losantos, ha emprendido una cruzada particular contra el partido ultraderechista, atacando a dirigentes de su primera fila como Rocío Monasterio, Iván Espinosa de los Monteros o Juan García-Gallardo.

¿El motivo? Las necesidades económicas del conglomerado mediático que regenta Losantos, que lleva más de veinte años recibiendo publicidad institucional de los gobiernos autonómicos del Partido Popular. Si Vox gana fuerza y se perfila como una alternativa sólida al PP, Libertad Digital puede tener problemas para continuar operando, al perder el acceso a las subvenciones que percibe de los gobiernos de los ‘populares’. Este medio ha publicado recientemente un repaso a la historia de Libertad Digital y el dinero que ha recibido por parte del PP y sus Ejecutivos desde su fundación.

A su vez, fuentes de Vox sostienen a ElPlural.com  “haberse cansado” de Losantos y le lanzan un claro mensaje. Desde al partido de extrema derecha aseguran off the record que le han “perdido el miedo”: “Ya no le tenemos miedo a Losantos, se lo hemos perdido. Si hace falta le desmontamos el chiringuito”, ha señalado a este medio una persona muy cercana a la dirección de la formación de Santiago Abascal. Esta semana, el diputado y portavoz en el Congreso de Vox, Iván Espinosa de los Monteros, era señalado por el locutor de Orihuela del Tremedal por cuestionar la financiación de Libertad Digital: “O rectificas, o al banquillo”, le amenazó Losantos.

“Estamos dispuestos a descubrir toda su financiación y mostrarla al público”, apuntan las mismas fuentes, amenazando con dar a conocer aún más datos de los ingresos percibidos por el conglomerado mediático.

Ninguna de las dos partes parece querer enterrar el hacha de guerra. Por lo pronto, hay amenazas de denuncia y de tirar de la manta de por medio, y queda por ver si esta batalla tiene una escalada mayor o si se queda en una anécdota de campaña electoral.