Dani Alves, el exjugador del FC Barcelona y la selección brasileña, entre otros equipos, ha iniciado un nuevo capítulo en su carrera profesional tras su polémica salida de prisión. Desde el 25 de marzo, fecha en la que fue puesto en libertad provisional tras abonar una fianza de un millón de euros, Alves ha emprendido un proyecto empresarial en el ámbito de la representación y gestión de derechos de imagen de deportistas.
La empresa, denominada OQP Sport & Management y con sede en Barcelona, se registró en abril con una inversión inicial de 30.000 euros. En los documentos del registro mercantil español, Dani Alves figura como administrador y único socio de la entidad.
En su historial empresarial previo, Alves participó en la creación de diversas empresas, incluyendo Flashforward Group, una agencia de representación de futbolistas, y Cedro Esports, centrada en la gestión de derechos de imagen de deportistas. No obstante, algunas de estas iniciativas no prosperaron, resultando en el cierre de cuatro de sus seis empresas entre 2019 y 2021, como su cadena de restaurantes Alquimia Fogo, que se vio afectada por la pandemia de COVID-19.
Alves también ha tenido presencia en el sector de la moda, habiendo fundado la tienda de ropa DM3 Fashion Moda y lanzado su propia marca de gafas, Bam Bam. Asimismo, creó Treendbam Look Society, una empresa dedicada a la comercialización de productos de moda.
En el ámbito legal, Alves ha enfrentado retos significativos. Fue condenado a cuatro años y medio de prisión por un delito de agresión sexual, aunque actualmente se encuentra en libertad provisional a la espera de una resolución definitiva del caso. Durante este período, ha tenido que entregar sus pasaportes y presentarse semanalmente ante la Audiencia de Barcelona.
Con la creación de OQP Sport & Management, Alves busca estabilizar su situación financiera y profesional. La empresa le ofrece la posibilidad de utilizar su experiencia y contactos en el mundo del deporte para brindar servicios de representación y gestión de derechos de imagen a otros deportistas.
Dani Alves aprovecha su libertad provisional
La sentencia condenatoria contra Alves fue dictada en el mes de febrero, cuando los magistrados le impusieron una pena de cuatro años y medio por la agresión sexual a la joven en los lavabos de un reservado de la discoteca Sutton de Barcelona. Así, la resolución considera probado que penetró a la chica sin su consentimiento y con violencia. Con todo, la pena que finalmente se le ha impuesto ha sido mucho más baja de la que solicitaban las acusaciones -9 años la Fiscalía y 12 la víctima- al aplicarle la atenuante de reparación del daño.
Entonces, la defensa recurrió la sentencia y solicitó la absolución de su cliente, mientras en paralelo su abogada pidió también que se le pusiera en libertad a la espera de que haya fallo definitivo, una sentencia que podría tardar al menos dos años. En una vista, la abogada argumentó que su cliente había cumplido ya una cuarta parte de la pena, que no tiene ninguna intención de abandonar España -y es que el riesgo de fuga es el motivo por el que el deportista permanecía en prisión provisional- y que está empadronado en Barcelona.
Dani Alves salió de prisión el 25 de marzo ante la indignación de la sociedad y el foco mediático. Las medidas preventivas que condicionaron su libertad incluyen la retirada de sus dos pasaportes -ya que Alves cuenta con doble nacionalidad brasileña y española- para evitar su fuga, la obligación de personarse en el juzgado todas las semanas y una orden de alejamiento de un kilómetro con la víctima, con la que no puede establecer ningún tipo de contacto.
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