Las enmiendas introducidas este viernes por PSOE y Unidas Podemos para cambiar el proceso de elección de los dos candidatos al Tribunal Constitucional (TC) que compete realizar al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) cuando no se haga en plazo ha ahondado las divisiones ya existentes en los sectores conservador y progresista de ambas instituciones, por cuanto los primeros --mayoritarios-- lo ven como una forma de presión y los segundos como una solución al bloqueo actual.

De hecho, este viernes El Mundo ha publicado que el sector conservador de CGPJ se ha reunido de urgencia "para valorar la situación en la que queda el órgano de gobierno de los jueces con la nueva modificación legal. Un total de nueve consejeros". Una reunión que el jefe de opinión, Jorge Bustos, ha querido definir como algo muy importante: "La democracia depende bastante más de esta reunión que de mociones de censura perdidas", ha expresado en referencia al movimiento planteado por la ultraderecha.

Ante estas palabras, el portavoz de Compromís en el Congreso de los Diputados, Joan Baldoví, ha señalado lo siguiente: "La democracia no depende de una reunión de jueces. La democracia depende de aceptar el resultado legítimo de las urnas y de que todos cumplan la ley. Los jueces y el PP también".

Por su parte, la portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Cuca Gamarra, ha anunciado que el PP llevará al Tribunal Constitucional un recurso de amparo ante "el atropello del poder legislativo" por usar la proposición de ley y la vía de la enmienda para "saltarse todos los controles de legalidad", como "primera medida de acción" ante las reformas planteadas por el Gobierno en el Código Penal y en el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).