La herencia millonaria de Juan Carlos I irá a parar a las infantas Elena y Cristina. Un capital de 1.800 millones de euros colocaría a las hijas del exmonarca entre las más ricas de España, tal como revelaba Pilar Eyre en su blog de la revista Lecturas. En una nueva entrada, la periodista experta en Casa Real ha profundizado sobre la herencia del emérito y ha analizado sus fianzas desde que llegó al trono, así como su actitud cuando la prensa internacional ya apuntaba a una gran fortuna.

Cuando llegó al trono su capital era igual a cero”, refleja Eyre recordando que en 2012 la prensa internacional cifró su fortuna en 1.800 millones de euros. Así, ha lamentado lo que hicieron los periodistas españoles frente a esas informaciones: “Nos apresuramos entonces a negar la posibilidad de que Juan Carlos estuviera forrado y acusamos a los ilustres colegas de mentir para perjudicar al pueblo español”. “Éramos capaces de desmentir a la solvente prensa internacional defendiendo de forma ridícula la rectitud y austeridad de nuestro rey como quijotes sin molinos”, señala.

“Vergüenza me da recordar cómo en nuestros artículos nos lamentábamos de que fuera el rey más pobre de Europa y alabábamos su forma sencilla de vivir, como de ciudadano cualquiera”, continúa Eyre su relato. No obstante, también asegura que los 900 millones de euros que recibiría cada hija en el momento de defunción del emérito serían legales, dado que “todo lo incluido en el testamento se ha declarado a la Hacienda pública”. Aunque va más allá: “Otra posibilidad sería que don Juan Carlos les hiciera a sus hijas donaciones de dinero en vida, lo cual tampoco sería ilegal, siempre que pagaran el impuesto correspondiente, que es prácticamente la misma cantidad que rige para las herencias”.