En su artículo semanal publicado en ‘La Otra Crónica’ del diario ‘El Mundo’, el periodista Jaime Peñafiel asegura que puede dar testimonio de quiénes lloraron a moco tendido y quiénes no pudieron contener las lágrimas en el momento del entierro del dictador Francisco Franco.

Por supuesto que sus nietos mayores, aunque Arancha era la mas contenida. También el polémico marqués de Villaverde quien, sin poder contener el llanto, introdujo el féretro en la Basílica junto a un lloroso Alfonso de Borbón y Francis, el nieto mayor. Y llorando desconsoladamente vi a los generales Sánchez Galeano pero, sobre todo, Gavilanes quien tuvo que cubrirse el rostro para que no se le viera llorar tan desconsoladamente (…) También lloraron Fernando Lens, Rodríguez Colobi, Morales Vara del Rey y Suances. Y quienes más, Juanito Zamorano, los fieles servidores de Franco hasta su muerte (…) El presidente del Gobierno, Carlos Arias Navarro, que no había dejado de llorar desde el 20 de noviembre en que comunicaba entre pucheros a los españoles que "¡Franco ha muerto!", era también un mar de lágrimas.”, enumera el periodista.

El Rey a lágrima viva

Entre el listado que Peñafiel aporta sobre las personalidades que lloraron a Franco en su lecho de muerte también figura el rey Juan Carlos.  

“Quien intentó contenerse, desde su altísima magistratura de jefe del Estado y Rey fue Don Juan Carlos. A duras penas pudo evitar que las lágrimas bañaran su rostro. Porque el hoy Rey padre siempre sintió un afecto muy especial por Franco y éste por el príncipe. En él veía al hijo que no tuvo”, escribe el periodista especializado en casas reales.

Es en este contexto cuando Peñafiel desvela la decisión que el rey emérito tomó hace tiempo sobre los chistes de Franco: “El respeto de Don Juan Carlos como hombre agradecido lo llevaba hasta el extremo de no permitir ni comentarios ni chistes sobre Franco en su presencia”.