La última propuesta del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, en materia de incendios ha generado polémica, y es que el pasado lunes el presidente de la formación conservadora planteó la creación de un registro de pirómanos y controlar a las personas que provocan fuegos con una pulsera telemática.
Las redes sociales respondieron con sorna a esta iniciativa y los expertos explicaron por qué carecía de sentido alguno. Una de las persona que dio la puntada a la idea del gallego fue el reconocido magistrado Joaquim Bosch, quien lapidó la medida al tratarse de algo que ya está implementado.
Además, el juez recordó que la piromanía obedece a un trastorno mental cuya incidencia es muy baja sobre el total de incendios. Así las cosas, según datos oficiales, éstos los generan la mayoría de las veces imprudencias, accidentes o causas naturales.
Por esto último, Bosch reprende a las autonomías que se encuentran infrafinanciadas en lo que a servicios públicos se refiere, una cuestión que se ha antojado clave ante la oleada de incendios de este verano. “La prioridad máxima debería ser reforzar los servicios públicos en materia de prevención, planificación, vigilancia y extinción, por parte de todas las administraciones competentes, sean del signo ideológico que sean”, ha expuesto.
Consciente de que “todo esto cuesta dinero”, lo que es evidente, a ojos del juez, es que lo que sale gratis es “aplaudir propuestas estrella”. “Pero sale aún más caro sufrir los efectos catastróficos de una previsión pública insuficiente, como vimos en la DANAy como hemos visto ahora con los incendios”, consumaba en X, antiguo Twitter, adjudicando una imagen del Código Penal.
Medida estrella de Feijóo contra los incendios
El gallego planteaba el pasado lunes una “respuesta integral con 50 medidas para las zonas afectadas” por las llamas que han asolado el mapa estatal durante el mes de agosto, siendo las más afectadas Galicia, Castilla y León, Extremadura y Andalucía.
La principal propuesta del expresidente de la Xunta -aspecto que no es baladí destacar, ya que la comunidad gallega sufrió años de inacción en materia de prevención y recortes de los recursos cuando Feijóo era presidente- pasa por “atajar radicalmente los incendios que se producen voluntaria e intencionadamente” con la implantación de un “registro nacional de pirómano en el que formen parte todas las personas condenadas mediante sentencia firme por haber provocado un incendio”, lo cual obliga a la “utilización de pulseras telemáticas de localización”.
Incongruencias
La reaparición en rueda de prensa de Feijóo estuvo plagada de incongruencias en sus críticas al Gobierno central. Primero, porque pidió no convertir en campo de batalla política la desoladora situación que todavía mantiene en vilo a algunas zonas de España, algo que está bien y tiene sentido, pero con lo que obvia que fue el miembro del PP, Elías Bendodo, quien llamó “pirómana” a la directora de Protección Civil.
En este sentido, ha afeado la existencia de un “Gobierno paralizado y ausente” en la crisis de los incendios; una “crisis nacional” para la que su portavoz parlamentaria, Ester Muñoz, evitó declarar una emergencia nacional.
En la misma línea, el líder del principal partido de la oposición defendió a los responsables autonómicos de los territorios a los que más afectó los incendios, todos ellos gobernados por el PP, reprochando la falta de medios para su extinción enviados desde Moncloa. Aquí obvia que el líder de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañeco, dijo el mismo 13 de agosto, cuando el fuego arrasaba hectáreas de monte castellanoleonés, que ya tenía “suficientes” medos. No fue hasta dos días después cuando las Autonomías ‘populares’ remitieron el listado concreto de peticiones.
Apuntando a nombres concretos, Feijóo señaló a la ministra de Defensa, Margarita Robles, después de que ésta pidiera a las regiones que fueran “valientes” y dijeran “la verdad” respecto de la gestión. Para la responsable del departamento, el “silencio” de los presidentes autonómicos “quizá” obedezca a la influencia que responsable del partido ejerce sobre ellos.
Feijóo mostró su sorpresa por estas palabras y aseguró que había dicho otras cosas “en privado” a los líderes autonómicos, pero no ha desvelado qué es lo que emitió.