Las guerras siempre dejan imágenes difíciles de digerir, especialmente cuando entra en juego la batalla mental. Las humillaciones al enemigo, los signos de conquista y la propaganda son elementos que forman parte de la cotidianidad de los conflictos. En este sentido, han salido a la luz unos grafitis hechos por soldados rusos en un bar de la ciudad ucraniana de Velyka Komyshuavakha, después de destruirla hasta los cimientos. 

Los militares rusos utilizaron el mencionado bar como refugio y lugar para planear emboscadas durante los cuatro meses que se prolongó su estancia en la ciudad, y en sus paredes realizaron inscripciones escalofriantes. En el cuarto trasero del establecimiento, los soldados pintaron frases y rimas tales como "No cuenta como crimen de guerra si te divertiste" o  "Con una sonrisa feliz, prenderé fuego a poblados extranjeros", así como caritas felices o dibujos de casas ardiendo

La crueldad de una ciudad en ruinas

Las pintadas evidencian la crueldad y la dureza del conflicto, deshumanizando al enemigo y restándole peso a las propias acciones: "Detrás de nosotros, la casa está ardiendo. Bueno, que arda. Una más, una menos, da igual", "El invierno está cerca, pero la retirada no", "Para todas las preguntas sobre Ucrania, hay dos respuestas: 1) No sucedió. 2) Se lo merecían. Ambas son correctas", son otras de las duras inscripciones que se encontraron en la taberna.

Todas estas premisas de guerra han sido calificadas de "horribles" por parte de los habitantes de la ciudad y por las autoridades locales. Los ciudadanos de este municipio aún no han podido regresar a sus casas a causa de la devastación general.

Zelenski: "Las democracias se están viendo fortalecidas"

En el marco de la II Comunidad Política Europea, celebrada en Moldavia la pasada semana, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, mantuvo una reunión con el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez. Una bilateral que, según desvelaron fuentes del Ejecutivo nacional, fue solicitada por el propio Zelenski, cuya asistencia a la cumbre no se confirmó hasta su llegada para garantizar su seguridad. Las mismas fuentes expresaron que el líder ucraniano agradeció a Sánchez el apoyo material procedente de España y por la formación de soldados ucranianos, así como la ayuda humanitaria y la acogida de refugiados ucranianos en territorio español.

A su vez, en la reunión de líderes del G7 que se celebró hace tres semanas, el líder ucraniano aseguró que el poder de las democracias en el mundo "está creciendo", refiriéndose a la unidad que se está notando en el seno europeo a raíz de la guerra. "Junto con todos nuestros aliados y socios hemos logrado tal nivel de cooperación que asegurará que se respeten la democracia, el derecho internacional y la libertad. Nuestro poder está creciendo. Cualquiera que desee emprender una agresión contra un país democrático verá cuál será la respuesta. Y cuanto más trabajemos todos juntos, menos probable es que alguien más en el mundo siga el camino loco de Rusia. ¿Pero es esto suficiente?", publicó el mandatario ucraniano en su cuenta de Twitter.

Sin embargo, también insistió en que la democracia "necesita más", y que su país "cooperará para que el liderazgo global esté a cargo de los demócratas". Por su parte, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, expuso durante dicha cumbre que se mantendrá "extremadamente cauteloso" y que "dependerá de los ucranianos" comentar la conquista de Bajmut (Ucrania) por parte de las fuerzas rusas, hecho que las autoridades ucranianas, hasta el momento, siguen negando que sea cierto.

Acusaciones cruzadas

Según informó The Washington Post, los servicios de inteligencia estadounidenses "sabían que Ucrania estaba planeando un ataque" contra los gasoductos Nord Stream 1 y 2. "Una agencia de espionaje de un aliado europeo informó a la CIA de que un equipo de operaciones especiales ucranianas planeaba atacar esta infraestructura", escribe en exclusiva el periódico norteamericano.

Esta información revela que, durante el verano de 2022 y más concretamente en junio, Washington accedió a diferentes pruebas que "vinculaban al Gobierno de Volodimir Zelenski con un acto que el presidente estadounidense, Joe Biden, describió como de "deliberado sabotaje". La CIA se hizo eco y compartió ese informe (basado, eso sí, en una única fuente no corroborada) con Alemania y otros países europeos. Tres meses después, el 26 de septiembre, un ataque encubierto inutilizó los gasoductos, en un acto que supuso un punto clave en la escalada del conflicto y que, hasta ahora, mantiene ambas infraestructuras fuera de servicio.