Cientos de cisnes han perdido su capacidad para volar, dando tumbos y tirados entre un mar de amapolas en Eslovaquia. Fue a partir de febrero cuando las aves llegaron a los campos de amapolas quedándose así enganchadas al efecto de las plantas. Es habitual avistar a estos animales en estas zonas donde residen las plantas de colza, sin embargo, en esta ocasión, las aves se quedaron en los campos de flores durante semanas.

De hecho, la opinión científica considera que todo se debe al efecto narcotizante de las platas cuando empezaron a comerse estos brotes y posteriormente, se volvieron adictas. La flor de amapola segrega látex, el principal insumo de drogas como la heroína y el opio. Su consumo puede generar relajación, somnolencia y e una eliminación del dolor. Se tratad e la base de las sustancias narcóticas alcaloides como la morfina, codeína, tebaína o noscapina.

Las aves estuvieron un total de cuatro meses alimentándose de estas amapolas, sembradas en más de cinco hectáreas de terreno. Los animales estaban completamente ‘colgados’ sin poder levantar el vuelo. Además, esta sustancia muestra efectos antidiarreicos provocando en los animales que tengan serios problemas digestivos.

 

Cisnes en desintoxicación

“Desgraciadamente no podían volar. Si lo hubieran hecho, no tendríamos que rescatarlos”, cuenta uno de los científicos que ha rescatado a los cisnes, Bálint Pém. Tras detectar el problema, las aves fueron trasladadas por los expertos a una cercana localidad para comenzar su proceso de desintoxicación.

Estos sucesos han provocado una gran preocupación en la zona eslovaca en el que el consumo de la amapola les ha impedido alzar a los cisnes el vuelo afectado tanto su movilidad como bienestar. Es importante destacar que los cisnes son animales protegidos en el país. Los agricultores esperan que las aves no regresen de nuevo a los campos tras haber solicitado apoyo a las autoridades.

Los agricultores esperan que las aves no regresen de nuevo a los campos

Para Pém, un agricultor eslovaco con años de experiencia en el cultivo de amapolas, es la primera vez que avista un suceso así. Sus campos se sitúan cerca de la ciudad de Komarno cuando avistó 200 cisnes en sus cultivos picoteando flores y sembríos a lo largo de toda la jornada.

Pém estima que los pájaros han llegado a sus cultivos por los enormes charcos de agua formados a partir de fuertes lluvias. Ahora las aves, al tener hambre y sed, han encontrado en estos campos un lugar atrayente en el que aguardecer.

Los cisnes apenas pesan 14 kilos. “Cada parte de la planta de la amapola, a parte de las semillas, es tóxica. Los cisnes ignoran estos y se lastiman a sí mismos”, explica el experto en referencia a la confusión de la amapola con la planta de colza.

El caso de las abejas

El consumo de las cinco hectáreas que han destrozado los cisnes superan los 10 mil euros como consecuencia económica. Muchas de las aves no han logrado sobrevivir a la enfermedad. En el caso de muchos animales, los cisnes han fallecido por sobredosis. Las autoridades no han detallado el número de cisnes fallecidos.

Investigaciones señalan que muchas abejas presentaban dificultades para encontrar la entrada de su colmena tras el efecto narcótico de la amapola

El efecto narcótico de las amapolas también ha afectado a otras especies como las abejas. La amapola es una de las plantas que mayor cantidad de polen produce entre estos vegetales. Los afectados pueden ser abejorros, abejas y otros insectos en la polinización de las flores. Algunas investigaciones señalan que el 90% de las abejas que volvían de los campos de polen tenían dificultades para encontrar la entrada de su colmena, moderación que parece ser la clave para llegar sano y salvo, según estudios de la UNED.