La declaración institucional del presidente Pedro Sánchez, en la que ha anunciado nueve medidas contra Israel por lo que ha calificado como “genocidio” en Gaza, ha provocado una oleada de reacciones en el ámbito internacional y también en la esfera pública española. Una de las voces que ha salido en defensa del jefe del Ejecutivo ha sido la periodista Rosa Villacastín, quien en su perfil de la red social X (antes Twitter) ha publicado un sincero mensaje de apoyo: “¿Cómo no apoyar al presidente Sánchez?  Las 9 medidas contra el genocidio de Israel contra los palestinos, le traerán problemas pero se la juega y deja el pabellón español muy alto. Gracias”. 


El respaldo de Villacastín ha llegado en un momento delicado, marcado por la tensión diplomática con Israel y la división de opiniones en España. Sus palabras resumen el sentir de quienes consideran que el Ejecutivo ha dado un paso adelante en un conflicto donde Europa, a ojos de Sánchez, ha mostrado “indiferencia” o incluso “complicidad” con el gobierno de Benjamín Netanyahu.

Un endurecimiento del discurso

En su intervención, el presidente español ha utilizado por primera vez el término “genocidio” para referirse a la ofensiva israelí en Gaza. Según los datos aportados por Moncloa, más de 63.000 palestinos han muerto, 153.000 resultaron heridos, 250.000 corren riesgo de desnutrición aguda y casi dos millones han sido desplazados, la mitad de ellos menores. “Esto no es defenderse, ni siquiera atacar, es exterminar a un pueblo que está indefenso y quebrantar todas las leyes del derecho humanitario”, ha declarado Sánchez.

El paquete presentado por el Gobierno incluye un embargo permanente de armas a Israel, la prohibición del tránsito en puertos españoles de barcos con combustibles destinados al ejército israelí y el cierre del espacio aéreo nacional a aviones que transporten material de defensa hacia el país hebreo. Asimismo, se veta la entrada a España de individuos implicados en violaciones de derechos humanos y crímenes de guerra, se prohíbe la importación de productos de los asentamientos ilegales y se restringen los servicios consulares para los españoles residentes en esos enclaves.

En paralelo, se refuerza el apoyo a la Autoridad Palestina con proyectos agrícolas, sanitarios y de seguridad alimentaria, se destinan 10 millones adicionales a la UNRWA y se aumenta la ayuda humanitaria para Gaza hasta los 150 millones de euros en 2026. “Esperamos que sirvan para añadir presión sobre el gobierno israelí, para aliviar parte del sufrimiento que está padeciendo la población palestina y para que la ciudadanía española sepa y sienta que, ante este infame episodio, su país estuvo en el lado correcto de la historia”, ha zanjado.

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