Bertrand Ndongo, agitador ultra y pseudoperiodista político de Periodista Digital, famoso por su machismo, misoginia y mala educación, ha instigado al portavoz de Esquerra Republicana (ERC) en el Congreso de los Diputados, Gabriel Rufián, para polemizar sobre la vida privada de su señoría. Ndongo, entre soeces y barbaridades, preguntó a Rufián, al que llama “Rufi”, “picao” o “pillín”, si le parece feminista bailar en un after mientras su mujer y su bebé le esperan en casa.
El vídeo del hostigador ha superado el millón de visualizaciones en menos de 24 horas, y las reacciones a este se han multiplicado en redes sociales. Una de las más rotundas ha sido la del presentador de televisión, Iñaki López, que ha acusado de sectario a Ndongo y le tilda de “fulero”. Cuando el portavoz salió del hemiciclo de la Cámara Baja, le esperaba Vito Quiles, otro habitual en las inmediaciones del edificio de la soberanía nacional, para repreguntar sobre esta cuestión que comentó en su entrevista en La Revuelta.
“Nunca le verás preguntar por los muertos en las residencias de Madrid, las trolas de Mazón, el abandono de las mujeres en la sanidad andaluza o los millones evaporados en la fundación de Abascal”, ha espetado López. Esta crítica ha sido aplaudida por una mayoría abrumadora de los usuarios por retratar a fascistas a sueldo de medios digitales que persiguen la viralidad con su activismo y que no practican el periodismo, sino la desinformación y la polémica.
Bertrand Ndongo, anatomía de un agitador
Yves Bertrand Ndongo Meye, nacido en Camerún en 1990, es un activista mediático afincado en España y estrechamente vinculado a Vox, donde se ha hecho conocido bajo el apodo de “El Negro de Vox”. Llegó a España alrededor del año 2010, instalado inicialmente en Alcorcón, donde trabajó en el sector de la limpieza y posteriormente como encargado en una empresa de mantenimiento. Su historia personal, en la que pasó de inmigrante trabajador a asesor político, ha sido utilizada por él mismo como símbolo de “integración” en el relato de la derecha española, aunque sus mensajes han generado gran controversia por la manera en que ataca a los colectivos migrantes y al movimiento feminista. Ndongo se define como un “liberal conservador” y asegura sentirse más identificado con el discurso antiinmigración europeo que con las luchas antirracistas, afirmando que “el racismo en España no existe como lo pintan”.
Su salto a la primera línea política se produjo en 2019, cuando fue contratado como asesor de Rocío Monasterio, líder de Vox en la Comunidad de Madrid. Desde entonces, ha cultivado una intensa presencia mediática a través de redes sociales, entrevistas y apariciones en programas de televisión, donde suele protagonizar enfrentamientos con periodistas o representantes de partidos de izquierda. Su perfil se ha consolidado como el de un agitador digital, con una comunicación basada en la provocación, el sarcasmo y la confrontación directa, especialmente hacia figuras públicas progresistas.
A lo largo de los últimos años, Ndongo ha protagonizado varios episodios polémicos. En redes sociales ha difundido mensajes en los que negaba la existencia de la violencia machista o defendía la “mano dura” contra la inmigración irregular. También ha sido señalado por compartir bulos y desinformaciones, algo que le ha llevado a ser suspendido temporalmente de plataformas como Twitter (hoy X). Sus publicaciones más virales suelen centrarse en ataques a medios de comunicación, feministas o representantes de la izquierda, combinando un tono humorístico con un discurso ideológico extremo.
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