Las memorias del rey emérito, Juan Carlos I, publicadas en España este mes de diciembre bajo el título Reconciliación, continúan generando debate y temas con los que generar conversaciones al respecto. A lo largo de sus más de 500 páginas, el emérito repasa su trayectoria vital y política, un relato que ha sido examinado por numerosos expertos y que ha suscitado valoraciones muy dispares.
Uno de los últimos en analizar el contenido del libro ha sido el catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Zaragoza Julián Casanova, especialista en la Guerra Civil y la dictadura franquista. El historiador abordó las memorias en La Noche en 24 Horas, el programa de TVE presentado por Xabier Fortes, donde llamó la atención sobre un pasaje del texto que, hasta ahora, había pasado prácticamente desapercibido.
Según explicó Casanova, Juan Carlos se presenta en el libro como una figura marcada desde el inicio por el desarraigo y la soledad, alguien empujado al exilio y separado de su entorno, con un padre también desterrado y una vida desarrollada en un territorio que no sentía como propio.
"Él se pone como una persona que le obligan a un exilio desde el principio, que le obligan a la soledad, que está en un territorio que no es el suyo, que su padre está en el exilio...", explicaba el historiador.
A partir de esa construcción del relato, el historiador destacó una comparación histórica especialmente llamativa.
Los amantes de España
“Hay un momento en el que él se compara con Azaña”, señaló Casanova, quien recordó que el propio Juan Carlos establece ese paralelismo al afirmar que ambos padecieron el exilio, cargaron con el problema de España y compartieron un profundo amor por el país.
“Lo dice claramente: 'Los dos hemos padecido el exilio, los dos hemos cargado con este problema de España, los dos amamos España”, destaca Casanova.
Una comparación que, a juicio del catedrático, contrasta de forma clara con el tratamiento que el emérito reserva al dictador Francisco Franco.
En relación con el dictador, Casanova subrayó que el hilo conductor del relato es abiertamente elogioso y que Juan Carlos llega incluso a retratarse a sí mismo con rasgos similares, como la austeridad, una imagen que el historiador puso en cuestión con ironía al recordar que, según la propia hermana de Franco, el dictador se compraba hasta la ropa interior.
"Con Franco, sin embargo, el hilo conductor es un elogio. Además, se pone muy parecido a él, austeridad... sabemos por la hermana de Franco que se compraba hasta los calzoncillos", comentó.
El catedrático añadió que en las memorias se repite de forma constante la idea de estar al servicio de España las veinticuatro horas del día, una concepción que, según Casanova, conecta directamente al emérito con la herencia política y simbólica del franquismo y con la obra que Franco decía haber realizado.
"Están al servicio de España, y para estar al servicio de España trabajan las 24 horas... él está siempre conectado con lo que Franco hizo", añadió.
Sobre el régimen franquista, el historiador aragonés destacó que en el libro no hay referencias al pasado represivo de la dictadura, ni menciones a la tortura ni a las violaciones de derechos humanos. Esta ausencia, junto con la connivencia mostrada hacia Franco, ha sido uno de los aspectos más criticados por los expertos, que advierten de los riesgos de blanquear o elogiar la persona del dictador desde una posición institucional como la del rey emérito.
#LaNoche24h| Julián Casanova (@CasanovaHistory), historiador, analiza el libro de memorias del rey emérito: "Hay un momento en que se compara con Azaña: los dos hemos padecido el exilio (...) los dos amamos España."#Canal24Horas
— La noche en 24 horas (@Lanoche_24h) December 23, 2025
▶️https://t.co/2TW2mBjE4S pic.twitter.com/wToLxG0X7d