En las últimas horas ha vuelto al centro de la palestra una de las polémicas vinculadas al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, más mediáticas: su candidatura para recibir el Premio Nobel de la Paz. Después de que el pasado mes de julio el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, propusiera al magnate estadounidense entre los nombres que aspiran a recibir tal reconocimiento, en las últimas horas la cuestión ha vuelto al primer plano. 

De todo ello se hacía eco el programa de La Sexta El Intermedio. En una conexión con Mikel Ayestaran, que se encuentra en Jerusalén, el periodista informaba que “el principal foro donde se reúnen los familiares de los rehenes ha dirigido una carta a los organizadores del Premio Nobel de la Paz, que se nombrará este viernes, proponiendo a Donald Trump". Y es que según señalaba Ayestaran “las familias de los rehenes dicen que Trump es la figura que ha logrado sacarles de la tinieblas”. A raíz de ello, ha deslizado: "Si los noruegos quieren ganarse al presidente de EEUU para siempre ya saben lo que tienen que hacer".

Con todo ello, el Gran Wyoming, presentador del espacio de La Sexta, ha recurrido a su habitual humor e ironía para reaccionar a ello. “Solo falta que me nombren a mí como Miss Murcia este año. Estamos todos a la altura de las circunstancias”, ha apuntado. 

La propuesta de Netanyahu

El pasado mes de julio, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, proponía oficialmente al presidente de Estados Unidos como candidato al Premio Nobel de la Paz. Así se lo comunicó durante una visita a Washington, en la que aprovechó su encuentro en la Casa Blanca para hacerle entrega de la carta enviada al Comité Noruego del Nobel. "Señor presidente, está construyendo la paz en distintos países y regiones del mundo. Por eso, quiero entregarle la carta que envié al Comité del Premio Nobel, donde le nomino para este galardón que, sin duda, merece", expresó Netanyahu ante los medios de comunicación presentes. La propuesta fue recibida con gratitud por parte de Trump, quien afirmó que el gesto tenía un valor especial viniendo de Netanyahu.

El documento, que se difundió posteriormente por la oficina del primer ministro israelí a través de la red social X (antes Twitter), destaca la “comprometida y excepcional labor” del mandatario estadounidense en favor de la paz y la estabilidad global, con especial énfasis en Oriente Próximo. Así, en su misiva, el primer ministro de Israel subrayó que los esfuerzos diplomáticos de Trump supusieron “un cambio radical en la región”, al facilitar nuevas oportunidades para ampliar los acuerdos de paz y normalización entre Israel y varias naciones árabes. Entre los logros mencionados se encuentran los conocidos Acuerdos de Abraham, promovidos durante la primera presidencia de Trump, mediante los cuales Israel estableció relaciones diplomáticas con Emiratos Árabes Unidos, Bahréin, Marruecos y Sudán.

En este sentido, Netanyahu calificó estos pactos como “históricos” y afirmó que “redefinieron el equilibrio geopolítico en Oriente Próximo”, alejando la región de los conflictos crónicos y acercándola a una etapa de mayor cooperación y estabilidad. “La visión y el liderazgo decidido del presidente Trump dieron lugar a una diplomacia innovadora, centrada no en el enfrentamiento, sino en el diálogo y el desarrollo común”, afirmó Netanyahu, quien añadió que “son pocos los dirigentes que han logrado avances tan significativos hacia la paz en tan poco tiempo”.

El plan de paz de Trump

Todo ello se produce con un telón de fondo en el que el pasado 29 de septiembre el presidente de Estados Unidos presentó junto a Netanyahu un documento que recoge 20 puntos que trazarían su particular hoja de ruta para la paz en la Franja de Gaza, ante el que Hamás respondió poniendo condiciones antes de aceptar el plan. Según el plan de Trump, la premisa es que Israel deponga las armas y sus operaciones militares en Gaza a cambio de la entrega de los rehenes, vivos y fallecidos, además de la liberación de miles de prisioneros palestinos. De la misma manera, Trump también sitúa sobre la mesa la desmilitarización de Hamás.

Con respecto al futuro control, la gestión recaería sobre una Administración temporal internacional. En principio, un comité palestino asumiría el gobierno cotidiano de la zona, pero bajo la supervisión de Trump y del británico Tony Blair. Sin embargo, el objetivo a medio o largo plazo, llegados a la estabilización de Gaza, la Autoridad Palestina asumiría el control político con la celebración de unas elecciones libres. Como otro de los puntos clave, destaca la reconstrucción de Gaza. Debido a la devastación perpetuada por los ataques y bombardeos de Israel, la Franja se encuentra sin las necesidades básicas para su población, por lo que habría que actuar en su recomposición con la construcción de nuevos hospitales, centros educativos y los sistemas de agua y electricidad.

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