Esta semana se cumplen 7 años del inicio del levantamiento de un grupo de ciudadanos sirios frente al régimen de Bashar al-Ásad. En realidad, desde principios de ese año 2011 se registraban pequeñas protestas, pero aquel mes de marzo en la ciudad de Daraa unos estudiantes, queriendo imitar la llamada Primavera Árabe de otras naciones, 'decoraron' su centro educativo con alusiones a la libertad. Inmediatamente fueron detenidos.

El comienzo de la guerra civil siria se sitúa en los intentos de liberar a esos jóvenes. Poco hay que añadir. Hoy, al margen de bombardeos, califatos, terrorismo y disputas internacionales, la noticia la siguen protagonizando las cientos de miles de personas que han tenido que dejar su país, su tierra y, en muchos casos, a sus seres queridos, para buscar no ya un futuro mejor, sino solo un futuro.

La tecnología, en forma de juego, se ha fijado en este conflicto y, sobre todo, en las penurias de esos refugiados que durante semanas y meses se dedican a huir del terror sin saber qué les espera.

Esta es la historia que cuenta y que tú vives en primera persona ‘Bury me, my love’, cuya traducción literal sería ‘Entiérrame, mi amor’, pero que se refiere a una expresión árabe que significa "Cuídate, ni siquiera pienses en morir antes que yo". Y en esto consiste este juego interactivo que sus creadores explican que está inspirado en “hechos reales e imbuido de amor, esperanza y migración”.

Real, como la vida

Cuando decides dar el paso y te lo descargas, accedes a una especie de WhatsApp en el que sigues la trayectoria de Nour, una refugiada siria obligada a abandonar no solo su tierra, sino también a su ser más querido, su marido, Majd. Tú eres él en el juego. No puedes acompañarla físicamente en el camino hacia una supuesta vida mejor, pero sí ayudarle para que tome las decisiones oportunas durante un trayecto cargado de peligros.

Para este mal llamado primer mundo, el conflicto está muy lejos, y los refugiados son solo ‘daños colaterales’. De ahí la importancia social de ‘Bury me, my love’. Permite al jugador meterse en la piel de alguien que se queda solo, en medio de una guerra, aunque con un temor todavía mayor: lo que le pueda pasar a la persona amada.

Desde el punto de vista técnico el juego, desarrollado por The Píxel Hunt, Arte y Figs, está muy bien hecho. Ofrece la posibilidad de participar en tiempo real, como si se tratara de las habituales conversaciones de WhatsApp con tu pareja, un amigo o tu madre.

El realismo de esta aventura le llega de una historia que sucedió de verdad y que contó en un artículo la periodista Lucie Soullier, publicado por Le Monde. En él, narra lo que tuvo que pasar Dana, una joven siria que escapó de la guerra y ahora reside en Alemania. Precisamente, en esa historia, como en la de Nour y miles de migrantes de aquel país, el teléfono móvil es un elemento vital de conexión con el mundo de muerte que dejan atrás y con el de supuesta esperanza que les espera en el viejo continente.

El silencio informativo

El juego replica la interfaz de una plataforma de mensajería instantánea como WhatsApp y está disponible para iOS y Android. Las críticas que ha recibido, tanto de medios especializados, como de usuarios, son muy positivas, lo que también se ha plasmado en diferentes premios internacionales.

La guerra de Siria ha pasado de ocupar informativos enteros, a ser residual en las escaletas de cualquier programa. La situación de los refugiados ya ni siquiera eso, y el incumplimiento de la acogida por parte de los países europeos, es incapaz de sonrojar al político de turno.

Mientras, Nour sigue su camino y su esposo Majd, tú, tratas de ayudarla con tus mensajes para que supere los riesgos a los que se enfrenta con cada paso que da. Todo porque esa frase, en medio de un juego, te sigue golpeando: “Entiérrame, mi amor”.