Si no saben ustedes quién es Jennys Jiménez, no se preocupen, no es famosa ni aparece en programas de televisión. Pero para Naciones Unidas –en concreto su Programa para el Desarrollo [PNUD]- sí que es alguien importante.
Jennys vive en Parsifueres, una localidad de menos de mil habitantes. Hace diez años, una inundación causó estragos. La causa principal no fueron las lluvias: el humedal debería haber funcionado como una esponja natural y haber absorbido el exceso de agua. Sin embargo, la agricultura había acabado con ellos.

Jennys Jiménez, promotora rural de Parsifueres. Foto: PNUD Colombia
El resultado: 5.200 nuevos árboles, entre frutales y otros destinados a la producción maderera
Acción
Jennys no podía quedarse parada ante esa situación. Así que, se unió a otros 114 promotores de la adaptación al cambio climático, a través de una asociación local de agricultores y productores, ASOPASFU.
Entre todos, han sido capaz de recuperar 900 hectáreas de humedales en la zona. En menos de un año, ASOPASFU –con el apoyo de PNUD y el ministerio de Medioambiente y Desarrollo Territorial de Colombia- contaba con expertos en horticultura, recolectaba semillas nativas y plantaba y cuidaba las especies que utilizaría para restablecer el equilibrio ecológico.
¿El resultado? 5.200 nuevos árboles, entre frutales y otros destinados a la producción maderera.
Proceso
Juana Madariaga, una de las expertas en recuperación explica cómo fue el proceso. “Aquí aprendimos de todo. Recibimos mucha formación y al final nosotras sacamos adelante este proyecto. Con esos conocimientos construimos los viveros, la recuperación del ecosistema y las huertas. Ahora acompañamos a otras comunidades para hacer lo mismo”.

Juana Madariaga explica el proyecto al príncipe Hakkon de Noruega. Foto: PNUD Colombia
Dice “nosotras” porque han sido las mujeres quienes han empujado el proyecto y lo han hecho realidad. Manuel Francisco Jiménez, uno de los promotores de adaptación al cambio climático afirma: “Aquí trabajamos todos, pero sobre todo las mujeres. Las mujeres han liderado el proceso y nosotros hemos ayudado. Nuestras vidas han cambiado con la recuperación de los canales y la energía que ahora tenemos en nuestra comunidad”.
Ellas eran también las más afectadas por el cambio climático, lo que agravaba las situaciones de pobreza y vulnerabilidad, como sucede en muchos otros lugares del mundo.
El proyecto ha beneficiado a más de 400.000 personas
Impacto positivo
El proyecto ha beneficiado a más de 400.000 personas. Se ha creado un modelo de gestión sostenible del ecosistema que prácticamente elimina los riesgos de desastres; se han creado reservas de agua sanas y se ha protegido a las comunidades de inundaciones y sequías.
“Lo único que una espera es que haya igualdad, que se reconozca que nuestras ideas son importantes para la sociedad, que somos mujeres rurales y precisamente por eso valemos todo”, afirma Juana.
La historia completa está disponible en la web de PNUD Colombia.