La lactancia materna sigue siendo la mejor manera de cuidar la salud de los bebés. Aun así, solo para dos de cada tres de los menores de seis meses es su única fuente de alimentación. “Dar el pecho supone para cada recién nacido el mejor comienzo posible en su vida. Provee de salud, beneficios nutricionales y emocionales, tanto a ellos como a sus madres. Y forma parte de un sistema alimenticio sostenible”, afirmaban el sábado Henrietta Fore, Directora Ejecutiva de UNICEF, y Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la Organización Mundial de la Salud [OMS], durante la presentación de la Semana Mundial de la Lactancia Materna promovida por Naciones Unidas.  

“Aunque la lactancia materna es un proceso natural, no siempre es fácil. Las madres necesitan apoyo, tanto para comenzar a dar el pecho, como para mantener esa práctica en el tiempo”, destacaron ambos en su declaración conjunta.  

Aunque la lactancia materna es un proceso natural, no siempre es fácil

Aunque la lactancia materna es un proceso natural, no siempre es fácil

Consejo experto

Para incrementar y facilitar la lactancia materna, las mujeres necesitan el apoyo y el consejo de personas que cuenten con la formación y los conocimientos adecuados, “junto con la información, el asesoramiento y la reafirmación que necesitan para alimentar a sus bebés de la manera óptima”.  

Naciones Unidas quiere que las madres tengan más confianza en sus posibilidades de dar el pecho a sus hijos, en función de sus circunstancias y respetando sus elecciones personales. El objetivo es asegurar la mejor alimentación posible y evitar prácticas “que pueden interferir con una lactancia óptima, como son la provisión de líquidos innecesarios, alimentos y sustitutos de la leche materna”. 

La lactancia materna supone beneficios para los bebés, sus familias y la economía

De esa forma, se podría incrementar tanto el porcentaje de recién nacidos que son criados con leche materna, como el tiempo durante el que se alimentan con ella. Esto supone “beneficios para los bebés, sus familias y la economía. De hecho, algunos análisis indican que incrementar las tasas de lactancia materna como única forma de alimentación podría salvar las vidas de 820.000 niños y niñas al año y generar 302.000 millones de dólares de ingresos adicionales”, explica Naciones Unidas.  

Incrementar las tasas de lactancia materna como única forma de alimentación podría salvar las vidas de 820.000 niños y niñas al año

También con Covid-19

En la situación actual, esta práctica adquiere aún más relevancia: “Durante la pandemia del Covid-19, es incluso más importante encontrar soluciones innovadoras para asegurar que el acceso a estos servicios esenciales no se ve interrumpido y que las familias siguen recibiendo el asesoramiento sobre lactancia materna que necesitan”, afirman Fore y Ghebreyesus.  

Con este motivo, tanto UNICEF como la OMS hacen un llamamiento a los gobiernos con cinco recomendaciones: 

  • Invertir, para que todas las mujeres tengan acceso a asesoramiento sobre lactancia materna, a través de la implementación de políticas, programas y servicios, además de una mejora del seguimiento de la alimentación de los bebés.  
  • Formar a los trabajadores del ámbito sanitario, para que puedan ofrecer asesoramiento sobre lactancia materna a las madres y las familias.  
  • Asegurar que ese asesoramiento forma parte de los servicios sanitarios y nutricionales rutinarios de fácil acceso.  
  • Colaborar con la sociedad civil y las asociaciones de profesionales de salud para crear sistemas que aseguren un asesoramiento apropiado.    
  • Proteger a los profesionales sanitarios de la influencia de la industria de alimentación infantil.  

Presión de las marcas

Esa presión de las marcas que fabrican y comercializan alimentos infantiles es el objeto de un análisis realizado por Naciones Unidas en 194 países. De ellos, 136 tienen algún tipo de medida legal relacionada con el Código Internacional de Marketing de Sustitutivos de la Leche Materna y 44 las han reforzado en los últimos dos años. 

Sin embargo, según concluye el informe, “las restricciones legales de la mayoría de los países no cubren totalmente las acciones de marketing llevadas a cabo en instalaciones sanitarias. Solo 79 países prohíben la promoción de sustitutivos de la leche materna en ellas y solo 51 tienen normas que prohíben su suministro gratis o a bajo coste en el sistema sanitario”.  

De hecho, “solo 19 países tienen prohibido el patrocinio de encuentros científicos o de asociaciones profesionales sanitarias por parte de fabricantes de sustitutivos de la leche materna, que incluyen leches infantiles, leches de crecimiento y leches comercializadas para bebés y niños de hasta 36 meses de edad”.  

Fore y Ghebreyesus lanzan un mensaje a toda la sociedad: “Juntos, a través del compromiso, la acción concertada y la colaboración, podemos asegurar que toda madre tenga acceso a asesoramiento profesional sobre lactancia materna, para empoderarla y que pueda ofrecer a su bebé el mejor comienzo posible en la vida”.