Judith Plummer Braeckman se dedica a acercar las investigaciones que se llevan a cabo en Cambridge al mundo real y, en especial, a las empresas. “A las universidades se nos critica por hacer un trabajo que se queda en las universidades, así que se trata de sacarlo fuera, hacia las personas que pueden hacer algo real con ello”. Estos días, participa en la COP 25 en representación del Instituto para el Liderazgo Sostenible de la Universidad de Cambridge, con el objetivo de compartir su trabajo y “hacer mucho networking”.

Judith Plummer Braeckman cree que la energía hidráulica debería jugar un papel clave en las renovables

Durante su carrera profesional ha trabajado en proyectos de grandes infraestructuras e ingeniería en países en desarrollo, con el objetivo de mejorar sus estándares de vida de forma sostenible y de reducir la pobreza. Su área de conocimiento es la planificación y financiación de infraestructuras. En el momento actual, su trabajo se centra en el papel que debe jugar la energía hidráulica en un mundo de cero emisiones. “Obviamente, la energía hidráulica ha sido criticada durante años por culpa de las presas mal construidas y mal planificadas. Pero ahora entendemos mucho mejor cómo ejecutar bien estos proyectos. Y van a jugar un papel muy importante en equilibrar las renovables”.

Ahora entendemos mucho mejor cómo ejecutar bien los proyectos de energía hidráulica

Según la doctora Plummer Braeckman, “en otras renovables, la generación se detiene. En el caso de la eólica, cuando deja de soplar el viento y en la solar, cuando el sol deja de brillar. La energía hidráulica se puede almacenar al almacenar agua y solo usarla cuando sea necesaria. Además, se pone en marcha con mucha rapidez, así que en cuanto deja de soplar el viento, puedes generar energía hidráulica”.

Mayor eficiencia

Esa es su principal propuesta. Por un lado, gestionar de forma más eficiente las presas ya existentes. Por otro, la creación de nuevas instalaciones, denominadas pump storage projects [algo así como proyectos de almacenamiento por bombeo] en las que el agua sea elevada de nuevo a la altura inicial para ser reutilizada. “Este tipo de proyectos son muy eficaces a la hora de generar energía solo cuando se necesita y almacenar la producida por otros sistemas de generación”.

Porque, a pesar de que este tipo de generación se ha usado casi desde siempre -“hay presas aquí en España que tienen más de mil años”-, en el pasado no se han hecho bien las cosas. Y eso tuvo como consecuencia que “la gente dijera que no son buenas y que no había que construir más. Pero hay sitios buenos para construir embalses y sitios malos para hacerlo. Y hay que asegurarse de elegir los buenos y de hacerlo bien”.

Los avances también se han producido en la forma en que se construyen las presas. “Quizá en el pasado no eran muy respetuosas con el medioambiente ni con la gente de la zona. Pero ahora entendemos mucho mejor que hace veinte años cómo serlo y, por ejemplo, cómo gestionar el caudal para no afectar a los peces, ese tipo de cosas”.

Ahora está llevando a cabo una investigación, financiada por el gobierno del Reino Unido, para estudiar la manera óptima de implantar este tipo de proyectos en países en los que no toda la población tiene acceso a la red eléctrica. “Hacer verde una red ya existente es una cosa. Pero cuando se trata de redes que tienen que expandirse, supone mucho más trabajo. Hemos estado hace poco en un lugar que tiene un enorme potencial para la energía hidráulica y al final lo han visto tan complicado que han pensado que era imposible y han optado por potenciar energías no verdes”.

Hay aspectos de las energías renovables que todavía no entendemos bien

Afirma que ha llegado el momento de terminar con las emisiones de carbono, pero que eso no es todo. “Hay aspectos de las energías renovables que todavía no entendemos bien. Por ejemplo, si vamos a usar baterías, hay que saber cómo deshacerse de ellas. Y todavía no sabemos bien cómo hacerlo. Ni siquiera sabemos todavía qué hacer con los paneles solares obsoletos y puede que tengan una vida útil de veinte o treinta años”.

Cuando le preguntamos cómo cree que estarán las renovables dentro de diez años, responde que le gustaría “que comprendiésemos mejor el ciclo de vida de estas energías. ¿Cómo te aseguras de que estás teniendo en cuenta no solo el comienzo de sus vidas [de los equipos de generación y almacenamiento] sino también del final?