Diego Dueñas es profesor del departamento de Economía de la universidad de Alcalá de Henares, en la que estudió, obtuvo su doctorado y ha desarrollado toda su carrera profesional. Asegura que a veces, por aburrimiento, revisa bases de datos en el ordenador.  

Y, precisamente, esa costumbre fue el origen de la investigación sobre el paso de las mujeres a la inactividad en verano que acaba de publicar, de la mano del Observatorio Social de “laCaixa”, junto a dos investigadoras: Almudena Moreno Mínguez , de la universidad de Valladolid, y Raquel Llorente Heras, de la universidad Autónoma de Madrid. 

Entre los tres, en base a datos de la encuesta de población activa [EPA], han llegado a una conclusión poco agradable: cuando comienza el verano y terminan las clases, las mujeres dejan el trabajo para dedicarse a cuidar de los niños. Una decisión que, no solo es negativa para ellas y para la sociedad, sino que “desde el punto de vista de la teoría económica no es óptima o eficiente”, afirma Dueñas. 

Un 35,3 por ciento de las mujeres aducen responsabilidades familiares o razones personales para pasar a la inactividad en verano

Un 35,3 por ciento de las mujeres aducen responsabilidades familiares o razones personales para pasar a la inactividad en verano. Imagen: Observatorio Social "laCaixa"

Que las mujeres dejen de trabajar en verano desde el punto de vista de la teoría económica no es una decisión óptima o eficiente

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Un 35,3 por ciento de las mujeres aducen responsabilidades familiares o razones personales para pasar a la inactividad en verano. Sin embargo, solo un 9,5 por ciento de los hombres lo hacen.  

Como él mismo señala, “al principio piensas que tal vez se trata de un comportamiento racional”. Sin embargo, los datos demuestran lo contrario: “Lo que descubrimos es que las mujeres tienen un mayor nivel educativo y de experiencia en la empresa que abandonan”.  

Las mujeres tienen un mayor nivel educativo y de experiencia en la empresa que abandonan

Las mujeres tienen un mayor nivel educativo y de experiencia en la empresa que abandonan. Imagen: Observatorio Social "laCaixa" 

Es decir, según los datos analizados, que la mujer pase a la inactividad se trata de una decisión errónea por parte de las parejas. “La teoría económica dice que quien debería abandonar el trabajo es quien tiene un menor salario –actual o esperado-; es la solución menos mala”. 

La teoría económica dice que quien debería abandonar el trabajo es quien tiene un menor salario actual o esperado

Aunque como señala Dueñas, “en la EPA no tenemos el salario”, las variables de nivel educativo y de experiencia en la empresa “aproximan bastante bien el salario. Lo cual no significa que las mujeres cobren más que los hombres, porque influyen otras variables”. 

Dato demoledor

Hay un dato todavía más “demoledor”, en palabras del economista. En el caso de las parejas en las que las dos personas trabajan, la tasa de inactividad de las madres es de un 22,7 por ciento. Si la otra persona no trabaja, desciende al 22 por ciento. En el caso de los hombres, por el contrario, si la mujer trabaja, la tasa de inactividad supera a la de los casos en los que no lo hace [4,3 por ciento, frente al 3,0 por ciento]. Es decir, si la mujer trabaja, los hombres dejan de trabajar menos, cuando debería ser al contrario.  

Las mujeres tienen más en cuenta la situación laboral de su pareja

Las mujeres tienen más en cuenta la situación laboral de su pareja. Imagen: Observatorio Social "laCaixa" 

“Las mujeres tienen en cuenta lo que hace su pareja, es un comportamiento colaborativo. A los hombres, parece que les da igual lo que haga su pareja, tienen la dinámica de permanecer en el mercado de trabajo”, explica Dueñas. 

Una alta ejecutiva de una multinacional no puede irse en junio y volver en octubre

Problemas más profundos

Afirma que se trata de la punta de un iceberg que esconde problemas profundos: “Cuando una mujer sale del mercado laboral, interrumpe su carrera, su proyección en la empresa se ve interrumpida, pierde cotización a la Seguridad Social, que va a repercutir en las pensiones”. 

Esta situación perpetúa las desigualdades de género en el plano profesional. “Por otros estudios anteriores, sabemos que las mujeres adoptan un rol completamente diferente en cuanto al mercado laboral, que existe discriminación salarial, discriminación laboral, que existe el techo de cristal, segregación...”.  

La carrera profesional de muchas mujeres se resiente por la carga de cuidado de familiares, en especial durante el periodo estival. Y las consecuencias son negativas para toda la sociedad: “Luego encontramos problemas de discriminación salarial y laboral, que las mujeres estén segregadas en un tipo de ocupaciones... Una alta ejecutiva de una multinacional no puede irse en junio y volver en octubre. Esto sucede más en posiciones como por ejemplo de caja de supermercado, porque cuando la mujer se va en junio, sabe que en octubre el supermercado va a necesitar personas para la caja”. Y advierte: “Esa puerta de entrada y de salida del mercado laboral en junio y octubre tal vez no siempre esté abierta. Con la pandemia, puede que cambie”. 

Buscar el porqué

A su juicio, estudios como este sirven para “buscar el porqué de las cosas. Y lo que descubrimos es que este puede ser un porqué”. Algo fundamental, porque "a la hora de eliminar los problemas en el mercado de trabajo, hay que observar los orígenes”. 

Aunque asegura que su papel no es el de aportar soluciones, sino exponer los datos para que los expertos tomen las medidas necesarias, se aventura a apuntar a tres actores clave: la administración pública, las empresas y las propias personas.  

“Las administraciones públicas juegan un rol determinante. Es la administración la que elabora leyes de conciliación laboral y desde ese punto de vista se podría solucionar, tal vez no del todo, pero sí en cierta medida, esto que ocurre en verano”, razona Dueñas, que señala también la importancia de las ayudas económicas.  

En cuanto a las empresas, también deben jugar un rol fundamental. Desde guarderías en sus instalaciones en las que dejar a los hijos durante la jornada laboral hasta el teletrabajo, hay medidas que pueden ayudar a paliar este problema. Aunque en este último caso, “si estás en casa con tus hijos y trabajando a la vez, en determinadas situaciones no soluciona todo el problema”. 

Y, por último, cada persona debe asumir su propia responsabilidad. “A nivel individual también hay que cambiar las cosas”, afirma.