El cuidado del medioambiente es ya una prioridad para casi todas las empresas del mundo. Y en unos tiempos en los que, a través de la tecnología, se puede hacer cualquier cosa hace años inimaginable, Banco Santander ha encontrado una original fórmula para convertir las tarjetas bancarias caducadas en muebles urbanos: bancos, tarimas de piscina, elementos de paseos marítimos… Esta acción forma parte del proyecto estratégico global de la entidad de diseñar una oferta de productos sostenibles que contribuyan a mitigar el impacto del cambio climático. El grupo ha anunciado que en 2025 todas sus tarjetas de débito, crédito y prepago en los mercados europeos en los que opera estarán fabricadas con materiales sostenibles.

En Portugal, el banco cántabro ha dado un paso más allá al asociarse con Contisystems, colaborador del Santander en la personalización de las tarjetas, para desarrollar este proyecto de reciclaje de medios de pago. Por cada kilo de tarjetas recogidas, esta compañía plantará un árbol y lo cuidará durante 5 años.

Los clientes pueden devolver las tarjetas usadas introduciéndolas en un cajero, que las recoge automáticamente, o también enviándolas en el sobre que recibirán junto con la nueva tarjeta sin coste alguno. Posteriormente, un equipo especializado de Contisystems las recoge para destruirlas y convertirlas en virutas. Este material se entrega en Extruplás, empresa que lo somete a un proceso de transformación que da lugar a mobiliario urbano listo para ser utilizado. Santander Portugal compensa la emisión de CO2 en la producción de plásticos de las tarjetas desde 2020.

La iniciativa de la entidad española de lanzar las tarjetas ecológicas arrancó en la filial lusa en 2019 y en España, en 2020. Las nuevas tarjetas All in One, asociadas a la cuenta Santander One, están fabricadas con un nuevo material que se elabora a partir de compuestos vegetales con un proceso de producción que ahorra energía y reduce a la mitad la huella de carbono. Se trata del poliácido láctico (PLA), un material que se obtiene a partir del almidón de maíz y que proviene de biomasa renovable, por lo que no requiere el uso de petróleo en su producción. Además, impide que se produzcan toxinas cuando se destruye al final de su vida útil. También Santander Consumer Finance España cuenta con tarjetas biodegradables que añaden un fin solidario: un 1% de la cantidad desembolsada en las compras realizadas en 2021 se dona a la Global Nature Foundation. 

“Reducir el uso innecesario de plásticos y utilizar materiales sostenibles es un paso muy importante en la transición ecológica del banco. Con el cambio a las tarjetas sostenibles, reducimos nuestra huella de carbono y apoyamos nuestra ambición de alcanzar cero emisiones netas”, ha señalado António Simöes, consejero delegado de Santander España y responsable de la región de Europa. El banco estima que estas decisiones a favor del medioambiente evitarán la emisión de más de 1.000 toneladas de CO2 al año, lo que equivale al consumo de energía de casi 1.000 hogares. Además, una vez completado el proceso, el uso de plástico se reducirá en 60 toneladas anuales.

La entidad que preside Ana Botín anunció a comienzos de año su intención de alcanzar cero emisiones netas de carbono en 2050, tanto para la propia actividad del grupo -que desde el año pasado es neutro en carbono en sus operaciones internas- como para todas las emisiones de sus clientes derivadas de los servicios de financiación, asesoramiento e inversión que ofrece el banco. El objetivo es que también los clientes se comprometan con la economía verde y ayudarles en esa transición ecológica. Para ello, se ha marcado unos objetivos que tienen su primer hito en 2030, cuando alineará su cartera de generación de energía eléctrica con el Acuerdo de París, dejará de financiar a los productores de energía que tengan más de un 10% de ingresos provenientes del carbón térmico y eliminará toda su exposición a las minas de carbón con finalidad energética en todo el mundo.

Otros ‘productos verdes’

Además de la renovación de los medios de pago, Banco Santander cuenta con otros productos sostenibles dentro de su oferta. Entre ellos, en España comercializa la hipoteca verde, que ofrece condiciones especiales en la adquisición de viviendas con certificado de eficiencia energética A o A+; los préstamos para la agricultura baja en carbono, destinados a la compra de maquinaria responsable con el medioambiente; o el crédito de coche ecológico. La oferta verde se extiende a todos los países. En Portugal ofrece créditos para fomentar la adquisición de equipos específicos para instalaciones eficientes a nivel energético; en Brasil, para proyectos que optimicen instalaciones de energía renovable y eficiencia energética; y en Polonia, para impulsar el uso de vehículos eléctricos e híbridos a través del leasing. En productos de inversión, la gestora de Banco Santander tiene 12 fondos que aplican criterios sostenibles, ocho planes de pensiones y tres fondos de inversión mandatados a gestoras terceras (la gama Santander GO).

El grupo financiero está desarrollando muchas acciones en favor del medioambiente y la sostenibilidad. Por ejemplo, en Santander Brasil se ha encargado de la renovación de la estación Vila Olímpia de CPTM, donde se han aplicado 14 iniciativas sostenibles que elevan la eficiencia en el uso de recursos naturales. A partir de ahora, la propia estación se encargará de generar, captar o reaprovechar la mayor parte de los consumos necesarios para su funcionamiento. Podrá incluso llegar a ser 100 % autosuficiente los meses en los que se generen los niveles adecuados de sol y lluvia.

En México,  Banco Santander ha anunciado el lanzamiento de la nueva tarjeta de crédito LikeU (Como Tú), con seis diferentes colores. Son las primeras que permiten al usuario apoyar seis causas de Responsabilidad Social de la mano de organizaciones de prestigio en el país, en función del color que elija. Se trata de un concepto basado enteramente en las preferencias de los clientes y pionero en el grupo, que replantea la forma en que se contratan y usan las tarjetas de crédito, y que irrumpe como el primer producto de crédito que se asocia directamente a las causas sociales y ambientales que más preocupan a los mexicanos: reforestación; educación; salud y nutrición de niñas, niños y adolescentes; limpieza de mares; apoyo a menores con parálisis cerebral y personas con autismo; y la lucha contra el cáncer de mama.