Justo cuando pensábamos que con tener una cocina limpia y ordenada, con todo fregado y las encimeras despejadas, se acababan nuestras preocupaciones... Nada más lejos de la realidad. Un pequeño gran problema ambiental se esconde entre las esponjas y utensilios de limpieza: los estropajos convencionales.

En estos aparentes aliados en la batalla contra la suciedad descubrimos una amenaza silenciosa para nuestro ecosistema. Al usarlos, se liberan microplásticos que contribuyen a la degradación del planeta.

El daño a la vida marina y a nuestra cadena alimentaria se produce desde nuestras propias cocinas

Amenaza silenciosa

Están cargados de plástico y nailon. Este matrimonio tóxico tiene como consecuencia que, con cada fregado, estamos contaminando nuestras aguas con diminutas partículas de microplásticos. El daño a la vida marina y, por ende, a nuestra cadena alimentaria, es una realidad que se produce desde nuestras propias cocinas.

Según un estudio publicado por los investigadores Massimiliano Cardinales, Dominik Kaiser, Tillmann Lueders, Sylvia Schnell y Markus Egert, de la Furtwangen University y el Centro de Investigación de Salud Ambiental en Alemania, en un estropajo corriente de cocina hay más de 12.900 billones (de los nuestros, millones de millones) de bacterias.

Esta cadena de desastres empieza desde el momento de su fabricación

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Si a esto le sumas la corta vida útil de estos productos y su contribución al aumento de desechos plásticos, para que queremos más. Esta cadena de desastres empieza desde el momento de su fabricación, que supone el consumo de recursos no renovables y emisiones de gases de efecto invernadero.

Ahora la pregunta que está cruzando tu mente es, ¿cómo cambio mi estropajo de toda la vida? Y, ¿qué material es menos dañino? 

Alternativas ecológicas a los estropajos de plástico

Hay varias alternativas ecológicas que pueden solucionar nuestro problema y mejorar el impacto en el planeta. Por ejemplo, puedes utilizar estropajos de luffa. Este tipo de esponja vegetal es una de nuestras alternativas favoritas ya que es una opción biodegradable y compostable. No solo limpia igual o mejor que nuestra herramienta tradicional, sino que también abraza la sostenibilidad.

Otra opción son los de cáñamo. La fibra natural del cáñamo ofrece durabilidad y biodegradabilidad, por lo que se convierte en una opción resistente y respetuosa con el medio ambiente. Algo parecido a lo que sucede con los de algodón orgánico. Libre de pesticidas dañinos, este material se convierte en una elección suave pero eficaz, que puede compostarse al final de su vida útil.

También hay esponjas de celulosa, fabricadas con pulpa de madera sostenible. Estos artículos libres de plástico son biodegradables y se descomponen fácilmente.

¿Tirarlos a la basura?

Otra problemática que no hemos comentado todavía es cómo deshacerse correctamente de los estropajos para evitar impactos ambientales. En muchos casos, nuestro primer pensamiento al tirar nuestras esponjas de limpieza es hacerlo en la basura normal. Hay gente que va un poco más allá y los corta y mezcla con tierra para las macetas.

La manera correcta para deshacerte de los estropajos de plástico es depositarlos en el contenedor de fracción resto, porque además de que no se reciclan, si se utilizan jabones con sustancias tóxicas, estas pueden quedar retenidas y pasar a las plantas, el suelo o el agua, además de que se degradarán en microplásticos.

En cuanto a los estropajos naturales si son 100% de lino, coco o algodón y no has usado jabones ni limpiadores tóxicos, puedes depositarlos en el contenedor de residuos orgánicos. Pero si tienen materiales añadidos y no puedes garantizar que sean naturales del todo, mejor llevarlos al de restos, para curarnos en salud.

Como vemos, cada pequeña elección contribuye a la reducción de desechos plásticos y promueve prácticas amigables con el medio ambiente.

La transición hacia una cocina más sostenible no solo radica en nuestras acciones individuales, sino también en fomentar la innovación. Apoyar productos y tecnologías respetuosos con el medio ambiente impulsa el cambio y nos acerca a un hogar más saludable para todos.

Y tú, ¿qué estropajo utilizas?