Es directora de Soluciones Smart de Iberdrola. Bajo su responsabilidad caen “todos los temas inteligentes y de innovación alrededor de la energía”. Completó su formación en Estados Unidos y Alemania, pero ahora asegura estar contenta con su papel en una gran empresa.

Hoy, 11 de febrero, se celebra el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia. Que dicho así, puede no parecer importante. Pero lo es; y mucho. Naciones Unidas especifica:

"La brecha de género en los sectores de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas (STEM) persiste desde hace años en todo el mundo. A pesar de que la participación de las mujeres en las carreras de grado superior ha aumentado enormemente, están todavía insuficientemente representadas en estos campos.

La ciencia y la igualdad de género son vitales para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), incluidos en la Agenda 2030. De acuerdo con un estudio realizado en 14 países, la probabilidad de que las estudiantes terminen una licenciatura, una maestría y un doctorado en alguna materia relacionada con la ciencia es del 18%, 8% y 2%, respectivamente, mientras que la probabilidad para los estudiantes masculinos es del 37%, 18% y 6%".

En ELPLURAL.COM somos conscientes de la importancia de situar a la mujer en el lugar que le corresponde por derecho propio en nuestra sociedad. Y, el primer paso para conseguirlo, es la educación. Por eso, hemos preparado este especial “Mujeres STEM”, en el que entrevistamos a cinco mujeres cuyas carreras profesionales se han desarrollado en ese ámbito: STEM es un acrónimo de Science, Technology, Engineering and Maths [Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas] que son, precisamente, las titulaciones en las que hay menor presencia femenina a pesar de su enorme impacto en la innovación y, en general, en el mundo actual.

Cuando llegué a Alemania de Erasmus y entré en un auditorio con quinientos estudiantes, la única mujer era yo

- ¿Cómo llegaste al mundo STEM?

Siempre me ha gustado explorar, ver cómo se hacían las cosas, hacerlas yo. Y lo que siempre he tenido muy presente en mi vida es que no hay límites para nada, que los límites te los pones tú. Por eso busqué siempre algo que me formara y me dejara más puertas abiertas para poder explorar y hacer diferentes cosas.

Por eso me decanté por una ingeniería. Porque veía que podía tocar muchas cosas, crear, modificarlas o hacerlas como yo creía que debían hacerse.

- ¿No te miraban raro en la Facultad?

Nunca me he sentido así. Además lo importante es cómo te ves tú. Pero cuando llegué a Alemania de Erasmus y entré en un auditorio con quinientos estudiantes, la única mujer era yo. No es que me miraran raro, es que era la única. Eran los años 90 y en España sorprendentemente había muchas más mujeres en las aulas STEM, un veinte por ciento más o menos. Me chocó.

- ¿Y tu familia?

Mi familia es una familia humilde. Mis padres han trabajado siempre los dos. Les pareció normal. Va mucho en lo que nos creamos nosotros internamente. Si queremos hacer algo, hay que ir a por ello, no hay que estar condicionado por nada. Si, como en mi caso, cuentas con el apoyo de tu familia, fantástico.

Si una chica quiere hacer una carrera tecnológica y le dicen qué raro, que tire por la calle de en medio. Porque en este mundo no hay barreras, nos las ponemos nosotros mismos.

Si en la sociedad estamos más o menos al cincuenta por ciento, lo normal es que ese cincuenta por ciento llegue a todos los sitios

- ¿Qué aporta una mujer en una función STEM?

Yo, sinceramente, creo que lo que aportamos es normalidad. No por ser mujer o ser hombre aportamos cosas distintas. Es que todos somos diferentes. Lo importante es que haya normalidad. Si en la sociedad estamos más o menos al cincuenta por ciento, lo normal es que ese cincuenta por ciento llegue a todos los sitios. No por ser mujer tengo más inteligencia emocional. Cada uno aporta. No aporto por ser mujer, aporto por ser Raquel.

- ¿Crees que las mujeres más jóvenes lo tienen más fácil?

Yo creo que está más normalizado que haya mujeres en todos los ámbitos. Y eso, sin duda, ayuda. Nunca he sido muy partidaria de cuotas ni de discriminaciones positivas. Es verdad que en un momento pueden ayudar a que haya un salto y se normalice la situación. Pero si partimos de la base de que todos aportamos y no hay que discriminar ni en un sentido ni en otro, las cosas van a funcionar.

- ¿Qué dirías a esas jóvenes para animarlas a entrar en carreras STEM?

Ahora mismo estamos viviendo una revolución tecnológica. Y poder estar ahí te da una visión y una capacidad de hacer cosas infinita. Yo las animo, porque estas carreras STEM nos dan oportunidades para cambiar cosas muy relevantes en el mundo.

La tecnología y el mundo digital son herramientas muy válidas, que nos permiten llegar a mucha gente. La capacidad de influencia es infinita. Si lo estudias y trabajas en ello, vas a tener la posibilidad de cambiar cosas sobre las que tengas una visión diferente.

Que no lo duden, que persigan su sueño

- ¿Qué papel juegan las empresas?

Las empresas tienen que impulsar. El caso concreto de Iberdrola es un ejemplo. El hecho de que haya mujeres en el consejo de administración, que se tenga muy en cuenta la igualdad de género en la contratación o las medidas de conciliación familiar son muy relevantes.

Si además se realizan acciones de apoyo, como en nuestro caso, al deporte femenino, se normaliza algo que debería ser normal. El fútbol es cosa de mujeres y de hombres; el balonmano es cosa de mujeres y de hombres. Si se apoya para que se vea el esfuerzo de esas mujeres, eso cala en la sociedad.