El cáncer, en cualquiera de sus variedades, se ha convertido en una especie de pandemia, o así lo percibe buena parte de la población. El comentario en conversaciones entre amigos o familiares suele ser repetitivo y responde, casi siempre, a una frase hecha del estilo es como una plaga’.

Es la parte negativa de una enfermedad que, hasta hace no tantos años, era sinónimo de muerte prácticamente segura. La positiva es que los avances médicos y farmacológicos, unidos a la tecnología y la innovación, han permitido que su incidencia con resultado fatídico se haya reducido de manera considerable.

En la actualidad, las investigaciones giran en torno a los tratamientos, ganando cada vez más terreno los llamados personalizados (medicina personalizada), es decir, aquellos que tienen en cuenta las condiciones de cada paciente. En este apartado se podría incluir el proyecto PARPiPRED, que desarrolla la Fundación Privada Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO) y que se encuentra entre los seleccionados por CaixaImpulse, de Obra Social "la Caixa".

“Terapia novedosa”

Lo lidera la doctora Alba Llop que lo define como “un predictor de respuesta a un nuevo fármaco que son los inhibidores de PARP”, es decir, un grupo de inhibidores farmacológicos de la enzima poli ADP ribosa polimerasa (PARP) que se utiliza en el tratamiento de algunos tipos de cáncer.

El lenguaje científico es siempre difícil de comprender fuera de su ámbito profesional. Sin embargo, se entiende más la importancia del PARPiPRED al saber que “se trata de una terapia novedosa y muy eficaz en pacientes con cáncer”, en palabras de Alba Llop.

Poco a poco vamos conociendo más detalles de este “test diagnóstico” que, entre otras cosas, “ayuda a seleccionar a las pacientes que se pueden beneficiar del tratamiento con estos inhibidores”, ya que a partir del análisis de una serie de biomarcadores en la muestra tumoral, permite anticipar si son receptivos al tratamiento.

De este modo se“evita que se dé el fármaco a pacientes que no responderían ante su uso, según nuestros estudios”, indica la responsable del proyecto añadiendo que, además, “permite reducir los efectos no deseados en pacientes a las que no les va a hacer ningún bien”.

Tumores de ovario

En la actualidad, los inhibidores PARP están indicados, principalmente, para un tipo de tumores de ovario de carácter hereditario. No obstante, casi un centenar de estudios internacionales dejan entrever que la técnica podría ser válida para otro tipo de tumores. Esto, de confirmarse, significaría que estos enfermos tendrían la opción de ser sometidos al PARPiPRED que determinaría si, en efecto, es así o no.

El proyecto que se desarrolla en el VHIO de Barcelona no es la única prueba diagnóstica en uso. En los últimos años se habla y mucho de la llamada técnica genómica hasta el punto de ser, ahora mismo, hot topic, pero “no nos ofrece información funcional”.

La propia Alba Llop reconoce que “nuestro test, por así decirlo, suponer haber dado un paso atrás, tecnológicamente hablando”. No obstante, a pesar de ello insiste en que ofrece resultados mejores y más fiables porque “se fija en las proteínas concretas de un tumor, lo que hace que sea más específico”.

Por el contrario, señala, los genéticos “no tienen la sensibilidad y la especifidad lo suficientemente correcta para escoger bien el cáncer” para concluir contundente afirmando que “según nuestros estudios, el PARPiPRED mejora muchísimo la capacidad de seleccionar a los pacientes”.

Diferencia de costes

Consecuencia de todo lo anterior es otro de los beneficios que se extraen de esta novedosa prueba diagnóstica. En la actualidad, los fármacos empleados tienen un coste aproximado de unos 5.000 euros al mes por paciente.

Determinar con exactitud si una persona enferma es apta para recibir dicho tratamiento, multiplica por mucho ese coste inicial, si bien en el caso del PARiPRED, lo rebaja de manera considerable. Los gastos indirectos derivados de una medicación inadecuada desaparecen.

Esta nueva técnica la desarrolla un grupo de investigadores del VHIO de Barcelona liderado por Alba Llop (tercera por la izda.)

Sin querer desvelar el precio que podría llegar a alcanzar esta prueba, la doctora Llop sí adelanta que “supone un coste muy inferior, puesto que nuestra técnica requiere de tecnologías más simples y rutinarias”.

Los que se pueden encontrar en el mercado basados en técnicas genómicas tienen un precio de alrededor de 3.000 euros cada test, lo que significa que la llegada de la prueba que desarrollan en el VHIO supondría un destacado ahorro para el sistema sanitario.

Seleccionado por CaixaImpulse

El PARiPRED se encuentra ahora mismo en la fase de desarrollo de producto. La elección de CaixaImpulse puede ser definitiva para superar esta etapa previa a la comercialización. Para ello, se someten al proceso de mentorizacion y asesoramiento que ofrece el programa y que que es fundamental. “Sin duda, para nuestro proyecto la selección (de CaixaImpulse) es un gran salto. Ahora vamos a hacer una patente, algo que en el laboratorio estaba en un segundo plano, y lo que es más importante, vamos a hacer un producto con el fin de que llegue a los pacientes y haga un bien a la sociedad”.

A la vista de los datos, parece que esa sociedad espera con impaciencia; no en vano, hay cálculos que apuntan a que sólo en Estados Unidos y Europa 1’4 millones de pacientes aproximadamente se podrían beneficiar anualmente de la terapia con inhibidores de PARP. Esto significa que el test PARPiPRED se efectuaría a un número muy superior de personas y en muchos más casos. Todo esto, a juicio de Alba Llop, “tiene que ver con lo que se denomina la medicina personalizada y nuestro test va a poder hacer realidad este tipo de terapia”.