Desde hace tiempo se viene hablando de la realidad virtual más allá de su aplicación al entretenimiento, es decir, al gaming. Es verdad que los videojuegos con sus, ya famosas y cada vez más implantadas, gafas de RV han sido los primeros en ‘disfrutar’ de una tecnología que, sin embargo, presenta muchas más aplicaciones, algunas de ellas relacionadas con la salud.

Tal vez, uno de los ejemplos prácticos más evidentes lo representa el Método Foren, una solución española de carácter integral que persigue el “tratamiento de la lesión neurológica a través de la Realidad Virtual”, tal y como se definen en su propia página web.

Esta compañía subraya que Foren es una herramienta terapéutica “para cualquier persona que afronte una situación de inmovilismo”, y según la experiencia logrado en estos años, su uso “reduce el tiempo de recuperación, aumenta la fuerza muscular, normaliza la sensibilidad y fomenta la motivación”, aseguran.

Ahora se acaba de conocer otra aplicación de este tipo de avances y que centra su atención en los enfermos que reciben tratamientos de quimioterapia.

La presentó esta misma semana la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) en el Hospital Clínico San Carlos de Madrid. Según resalta en un comunicado, se trata de un proyecto piloto dirigido a pacientes oncológicos de hospitales de día y salas de quimioterapia y hepatología que “les ayudará a mejorar su bienestar durante las sesiones de quimioterapia, a través de unas gafas de realidad virtual y realidad aumentada”.

Malestar emocional 

Precisamente, la AECC sitúa en un porcentaje próximo a la mitad de las personas enfermas de cáncer durante la quimioterapia la cifra de las que presentan malestar emocional o síntomas de ansiedad asociados al tratamiento.

En palabras de Eva Béjar, coordinadora de Psicología Asistencial de la AECC, “las técnicas distractoras en imaginación, así como las de relajación, han demostrado su eficacia en el tratamiento de esta sintomatología emocional, mejorando la adaptación de los pacientes a los tratamientos”.

En este apartado es en el que se centra el proyecto “piloto e innovador” de la entidad: poner a disposición de las personas con cáncer en tratamiento las nuevas tecnologías para lograr esa mejor adaptación.

En concreto la realidad virtual, un avance que a juicio del doctor Pérez Segura, jefe del servicio de Oncología Médica del Hospital Clínico San Carlos, “está demostrado científicamente que estas herramientas disminuyen el estrés y la angustia causada por el impacto de la enfermedad en el paciente, mejorando en muchos casos su estado general y la eficacia de los tratamientos oncológicos”.

Datos contundentes

En la actualidad, la RV tiene un uso bastante habitual en campos como el del entretenimiento y la educación, y se abre a otros como el de la salud. Su presencia y utilización en centros hospitalarios es cada vez mayor.

El comunicado de la AECC  revela que, a día de hoy, el 30% de los hospitales estadounidenses se sirve de esta tecnología tanto para mejorar la estancia del paciente, como para uso exclusivamente médico. Al hilo de esto, Antonio Crespo, director de Tecnología y Desarrollo Digital de la Asociación Española Contra el Cáncer destaca que “las nuevas tecnologías son una realidad en nuestra sociedad y su adaptación al ámbito sanitario será progresiva”, siendo esta iniciativa con la realidad virtual el ejemplo más reciente. 

En términos de eficiencia, las cifras de la AECC, tal y como destacan, demuestran que el uso de las gafas de realidad virtual por parte de pacientes en tratamiento de quimioterapia “ha logrado disminuir un 84% la sensación de dolor, un 26% la ansiedad antes del tratamiento y el 88% de las personas que las han utilizado, han manifestado que tienen la sensación de que el tiempo ha pasado más rápido”.