Aunque parezca que las grandes compañías tecnológicas o digitales están por encima del bien y del mal, tarde o temprano tenía que pagarlo. Facebook viene arrastrando desde hace tiempo problemas derivados de la seguridad insuficiente que demuestra de cara a los usuarios. El caso de Cambrigde Analytica y la filtración de datos que luego podrían haber beneficiado electoralmente a Donald Trump o a los partidarios del Brexit, fue para muchos la gota que colmó un vaso siempre a punto de desbordar.

El invento de Mark Zuckerberg no solo ha salido siempre indemne, sino que ante cualquier polémica, parecía crecer un poco más. Todo hasta esa filtración, algo que ha tenido su continuidad en las últimas horas, en las que Facebook ha recibido el mayor golpe a una tecnológica de la historia de Wall Street.

Si la compañía estaba acostumbrada a deslumbrar en términos financieros, ahora ha vuelto a hacerlo pero desde un punto de vista negativo. Acaba de batir el récord de registrar la mayor pérdida de valor experimentada en un solo día por una marca estadounidense.

El PIB de la C. Valenciana

Para hacerse cargo del dato, cabe subrayar que los aproximadamente 119.000 millones de dólares que perdió la plataforma, superan lo que cayeron en una única jornada otras grandes multinacionales como Intel o Microsoft con motivo del estallido de la burbuja de las puntocom, allá por el año 2000. La cantidad es superior al Producto Interior Bruto que en la actualidad tiene una Comunidad Autónoma como la valenciana.

En términos económicos, las acciones de Facebook retrocedieron casi un 19 por ciento (18,96%), como respuesta a sus últimos resultados trimestrales. Esto se tradujo al cierre de la bolsa neoyorquina en que sus títulos se pagaron a 176,26 dólares, mientras que solo unas horas antes llegaban a los 217.50.

Es probable que muchos piensen que esto es pecatta minuta para el gigante tecnológico, sobre todo porque en esos resultados trimestrales no se habla de malos datos económicos e, incluso, extrapolándolos al semestre se hacían referencias a su fortaleza. De hecho, sus ingresos trimestrales ascendieron a más de 13.230 millones de dólares, eso sí, inferiores a lo que habían previsto los analistas.

La explicación

Entonces, si las cifras en términos financieros no son tan malas ¿a qué se debe el desplome de las acciones de la compañía?

Aunque los especialistas en los mercados financieros en ocasiones se pierden en términos nada sencillos para el común de los mortales, esta vez sí que pueden servirse de una expresión perfectamente entendible: qué ocurrirá con Facebook en el futuro (a corto, medio y largo plazo).

La clave –también para los inversores- no es tanto la capacidad de ingresar de la compañía de Zuckerberg –que también-, sino su pérdida de influencia en forma de estancamiento de usuarios activos, que a la postre son los que le dan el dinero (Facebook vive de la publicidad).

Aquí de nuevo, y aunque se niegue, resurgen los escándalos en los que se ha visto envuelta la red social, con la venta de datos de esos usuarios con fines claramente políticos.

Una vez más hay que hablar de cifras que, a priori, no tendrían que ser alarmantes (los usuarios activos en junio fueron 1.470 millones, frente a los 1.490 que se esperaban), pero que sí pueden marcar el futuro de la compañía puesto que en algunos lugares, como Europa, sí bajó el número de sus ‘clientes’.

Lo mismo ha sucedido en el último trimestre con el número de nuevos usuarios, que ha llegado a 22 millones, lo que supone la cifra más baja desde 2011.  

Tendencia preocupante

Es esta tendencia la que preocupa a los inversores. Si continúa el descenso de usuarios, Facebook puede estar entrando en una espiral cuyas consecuencias serían imprevisibles, teniendo en cuenta que se trata de un gigante económico con un valor tras estas últimas pérdidas de más de 510.000 millones de dólares. David Wehner ha advertido ya de que en la segunda mitad de 2018 se prevé que los ingresos “continúen en desaceleración”, es decir, seguirá la zozobra.

Ante esta situación no sería extraño algún anuncio rimbombante en próximas semanas para calmar los ánimos. Por ahora, el desplome de Facebook, en contra de lo que pudiera parecer, se ha contagiado a otras tecnológicas como Twitter, Snapchat y los todopoderosos Amazon y Apple.

Se dice que nadie dejará que Facebook se derrumbe. Sin embargo, en países como el nuestro el refranero recuerda que ‘Torres más altas han caído...'. Veremos.