Tanto en la campaña electoral de diciembre como en la de junio Mariano Rajoy prometió que no subiría los impuestos, "ningún impuesto". Es más, en la campaña de diciembre de 2015 presumió de bajar impuestos, dado que había sido el Presidente que más los había subido en una Legislatura en los 40 años de Democracia. Aquella bajada indignó a la Comisión Europea porque Rajoy la hizo exclusivamente como arma electoral, dado que ya sabía que no cumpliría con la enésima prórroga del déficit. Ahora, al arranque de la Legislatura se confirma que de nuevo mintió, porque el Gobierno no subirá ni el IVA ni el IRPF -al menos de momento- pero va a subir todos los demás.
Impuestos especiales
En esta categoría se incluyen los impuestos sobre los hidrocarburos (gasolina, gas natural), bebidas alcohólicas, tabaco y se añadiría uno nuevo sobre las bebidas azucaradas que ya se aplica en otros países europeos y que recomienda la OMS para evitar enfermedades como la obesidad o la diabetes
Empresas
El Gobierno ya ha tomado la decisión de subir el Impuesto de Sociedades más allá de lo que hizo de urgencia el pasado octubre al adelantar y elevar los pagos a cuenta. Ya no será una medida excepcional y se quedará. De Guindos dio ayer por hecho su "racionalización" y "la eliminación de algunos aspectos que están teniendo impacto negativo en la recaudación, como ocurrió con el tema de las retenciones a cuenta". En definitiva, se eliminarán deducciones de las que se benefician en particular las grandes empresas lo que es una subida impositiva real.
Impuesto nuevo a los camioneros
La denominada "Euroviñeta" está en estudio en el gabinete de Montoro. Tanto los gobiernos del PSOE como los del PP se han resistido hasta ahora, incluso durante la crisis, a implantar esta tasa sobre los camiones pesados que pagarían así un impuesto por usar las carreteras y autovías y que ya aplican desde hace años diversos países europeos.
Patrimonio y sucesiones
El PP se ha resistido hasta ahora a imponer un mínimo a todas las Comunidades Autónomas, algo que beneficiaba a la Comunidad de Madrid que lo redujo al mínimo y lo que llevó a las grandes fortunas de otros territorios a instalar sus sedes o domicilios en Madrid (como la Duquesa de Alba, por ejemplo). Cuando estaba en la oposición el PP exigía al Gobierno de Zapatero constantes bajadas de impuestos y criticaron incluso la subida de 2010 para evitar la quiebra. Luego Rajoy no solo mantuvo esa subida, sino que la triplicó en cuanto al número de tributos y porcentaje de subida.
