Esta semana arranca con la vuelta al diálogo social para debatir una de las medidas socioeconómicas prometidas en el acuerdo de coalición. El Gobierno ha convocado este lunes 7 de febrero a sindicatos y empresarios a una reunión en la que comenzarán a hablar de la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), actualmente en los 965 euros al mes y con la intención de los sindicatos de subirlo hasta los 1.000 euros, con carácter retroactivo desde el pasado 1 de enero.
Los representantes técnicos -y no los máximos líderes- de sindicatos como CCOO y UGT y de las patronales CEOE y Cepyme se reunirán este lunes para debatir la subida del SMI para este 2022. La reunión se celebrará a las 10 horas en el Ministerio de Trabajo y tendrá un carácter inicial más técnico.
Las previsiones son positivas ya que el aumento del SMI es uno de los compromisos del Gobierno de coalición, con el objetivo de alcanzar el 60% del salario medio antes del final de la legislatura, es decir, en 2023. Este objetivo cumpliría también lo expuesto en la Carta Social Europea, suscrita por España. Para llegar a esta cifra, el Ejecutivo prevé hacerlo de forma progresiva.
De hecho, el Ejecutivo creó un Comité de Expertos del SMI que establecía un calendario de subidas hasta llegar al objetivo planteado en el acuerdo de coalición. Este comité planteaba una subida de entre 24 y 40 euros al mes para este 2022. Una cifra que podría coincidir con lo que plantean los sindicatos.
Sindicatos: 1.000 euros con efectos retroactivos
La parte sindical pide subir el SMI este año hasta los 1.000 euros mensuales, “una medida que ya debería haber estado desde el 1 de enero”, tal y como pedía Pepe Álvarez, secretario general de UGT, hace unas semanas. Tanto UGT como CCOO coinciden en esta petición, que se convertiría en una cifra superior en 2023.
La tercera pata de la negociación en el diálogo social, la CEOE, no parece estar tan a favor. Y es que podría repetirse lo que ocurrió la última vez con la subida del SMI, aprobada por Gobierno y sindicatos y no ratificada por parte de las organizaciones empresariales. Es importante destacar que el Ejecutivo no está obligado a negociar la subida del SMI, sino que solo debe informar y consultar la decisión con los agentes sociales. No obstante, es conocida la intención de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, de intentar llegar al máximo acuerdo en materias socioeconómicas como esta.
Para CEOE, la subida del SMI podría provocar “una contracción importante del empleo”, en palabras de Antonio Garamendi. El líder de los empresarios aseguraba hace unos días, antes de dar positivo en coronavirus: "Lo de los 1.000 euros lo veo complicado (...) Hay un problema de solvencia en las empresas, todavía las empresas más pequeñitas están bastante ahogadas. Llevamos dos años muy complicados".
Los empresarios defendían en las negociaciones anteriores para subir el salario mínimo que no es el momento, coincidiendo con las primeras señales de la recuperación. En esta línea se pronuncia ahora y recuerda que el SMI ha subido un 30% en los últimos tres años, con un salario mínimo superior al 60% del salario medio en ocho comunidades autónomas.
Con Trabajo y los sindicatos en posiciones cercanas, no sorprendería que el acuerdo para subir el SMI desde el pasado 1 de enero saliera con dos de las tres partes, quedando la CEOE fuera del consenso, como ha ocurrido en otras mesas del diálogo social.
